La columna de polvo fue detectada la misión de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) el 3 de julio de 2016, meses antes del final, mientras el cometa se alejaba del Sol, a una distancia cercana a los 500 millones de kilómetros.
“Vimos una brillante columna de polvo que salía de la superficie como un surtidor. Duró aproximadamente una hora y produjo unos 18 kilogramos de polvo por segundo”, explicó Jessica Agarwal, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, en Gotinga, Alemania.
Rosetta también descubrió gránulos de hielo de agua. Además, las imágenes expusieron la ubicación de la emisión, una pared de 10 metros de alto alrededor de una fosa circular en la superficie, destalló la ESA en su página de Internet.
“Esta columna fue especial. Disponemos de datos de calidad de cinco instrumentos distintos sobre los cambios experimentados por la superficie y sobre los materiales eyectados”, agregó la especialista.
De acuerdo con Jessica Agarwal debió de haberse liberado energía bajo la superficie para provocar la columna. Sin embargo, aseguró que no saben con exactitud cómo fue este proceso.
La agencia espacial europea agregó que el fenómeno también pudo ser porque las burbujas de gas a presión que subieron mediante las cavidades subterráneas, se liberaron de forma explosiva a través de antiguas fumarolas, o por una reacción violenta del hielo al ser expuesto a luz solar.
Para develar el misterio, los científicos de Rosetta combinan las mediciones desde el cometa con simulaciones por ordenador y trabajo de laboratorio para saber qué produce las columnas en estos cuerpos celestes.