Los resultados de esta misión que durará dos años, proporcionarán a los científicos elementos de estudio para evaluar capacidad de los exoplanetas de alojar vida.
Luego de haber aplazado su lanzamiento programado inicialmente para el pasado lunes 16 de abril, TESS despegó a las 18:51 horas EDT del miércoles a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9.
“Esperamos que TESS descubra planetas cuyas composiciones atmosféricas, que tienen posibles pistas sobre la presencia de la vida, podrían ser medidas con precisión en futuras observaciones”, dijo el investigador principal de TESS en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), George Ricker.
En el transcurso de varias semanas, el satélite usará seis quemaduras de propulsor para viajar en una serie de órbitas alargadas de manera progresiva para llegar a la Luna.
Una vez en órbita y con ayuda de la asistencia gravitacional del satélite natural de la Tierra, la nave espacial se establecerá en una órbita de 13.7 días alrededor del planeta “azul”.
Luego de 60 días de pruebas a los instrumentos, la nave espacial comenzará su trabajo, destacó la NASA.
Cuatro cámaras de campo amplio le darán a TESS un campo de visión para mapear 85 por ciento de todo nuestro cielo. Para ello, los científicos dividieron el espacio en 26 sectores que el satélite observará de manera individual.
Durante su primer año, las observaciones cubrirán 13 sectores que abarcan el cielo del sur, para el segundo hará lo propio con 13 sectores del cielo en el norte.
El satélite observará los fenómenos llamados tránsitos, ocurren cuando un planeta pasa frente a su estrella desde la perspectiva del observador, esto genera un descenso periódico y regular en el brillo de la estrella.
De acuerdo con la agencia espacial estadunidense, más de 78 por ciento de los cerca de tres mil 700 exoplanetas confirmados se han encontrado mediante esta observación.