México, 4 Sep (Notimex).- Un grupo de investigadoras del departamento de Física Teórica y del Cosmos de la Universidad de Granada (UGR) efectuó un estudio que brinda nuevos datos sobre el proceso de formación de la estructura de la Vía Láctea.
El proyecto fue iniciado por la científica de la UGR, Isabel Pérez, quien junto a Estrella Florido, Almudena Zurita, y otros expertos, estudiaron observacionales que revelan la distribución y características de las estrellas en galaxias espirales barradas, como la Vía Láctea.
Entre los elementos más comunes de las espirales, está la presencia de una barra, acumulación de estrellas en forma alargada que determina la evolución lenta y secular de la galaxia tras la fusión de estructuras para formar sus primeros componentes.
Algunas galaxias como la Vía Láctea cuentan con bulbos, elevaciones o bultos redondeados en forma de caja (bulbos B/P), acumulación de material cuya forma recuerda a los objetos desde el ángulo que se observe, informó en un comunicado la UGR.
Las simulaciones realizadas por el grupo de científicos, hacen pensar que la presencia de bulbos B/P tiene relación con la formación de una barra. Mientras que durante la evolución de una galaxia, hay material que se puede acumular en el centro, lo cual genera su forma alargada.
De acuerdo con la información difundida por la Universidad de Granada, dicha estructura, bajo condiciones idóneas, puede crecer hasta convertirse en una barra fuerte y experimentar un rápido desarrollo vertical.
El proceso antes mencionado tiene una sólida base teórica de evolución de una barra galáctica, sin embargo, los expertos, aseguran que hace falta más investigación.
La casa de estudios refirió que la barra continuará su evolución de manera radical, dejando en su zona central un bulbo B/P, efecto del aumento vertical repentino. Durante las fases, las estrellas se forman en diferentes zonas y se mueven de manera distinta.
Como consecuencia, diferentes regiones o estructuras dentro de una determinada galaxia podrían tener estrellas con varias características.
El proyecto de los investigadores ofrece claves para la confirmación de este escenario, además de ayudar a determinar cuándo se formó la barra y el momento en el que tuvo lugar la inestabilidad vertical.
El proyecto CALIFA se efectuó en el Observatorio de Calar Alto (Almería), donde los científicos analizaron la distribución de edades estelares en el bulbo, la barra y disco de una galaxia espiral barrada, NGC6032, que tiene evidencias de un bulbo B/P.
El cotejo de resultados observacionales y simulaciones de galaxias barradas, hechas por el grupo de investigación, sugieren que la barra de NGC6032 tiene más de 10 mil millones de años.
Al tiempo que experimentó la inestabilidad vertical hace unos ocho mil millones de años. Primera vez que se establece de forma observacional del momento denominado “bluckling”.
Los investigadores también hallaron pruebas a favor de que las barras crecen a partir de material del disco y que operan como “cintas transportadoras” del material a la zona central desde el disco sin formar estrellas en ellas.
“Todo esto nos lleva a concluir que estas curiosas estructuras (barras y bulbos B/P) son longevas. Los resultados suponen un paso adelante para comprender cómo se formaron el bulbo y la barra de la Vía Láctea”, apuntó Isabel Pérez, investigadora principal del proyecto.
Investigación revela nuevas claves sobre formación de la Vía Láctea
04
de Septiembre
de
2017
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