En la próxima década, la supervivencia empresarial dependerá de la capacidad de innovar y transformarse rápidamente, tal como se desprende de un reciente estudio de PWC en el que se entrevistó a más de 4.400 CEO de diferentes países, incluyendo México, Argentina y Brasil.
Entre los principales factores que acelerarán esta evolución destacan las cambiantes necesidades de los clientes y el auge de los datos disponibles para la toma de decisiones.
La época en la que los datos empíricos y de una sola fuente eran prioritarios ha quedado atrás.
En la actualidad, las decisiones estratégicas están respaldadas por un abanico de datos de diversas fuentes, lo que exige a las empresas tener acceso a datos de alta calidad y entender cómo manejarlos respetando la privacidad de los usuarios.
Las nuevas tecnologías digitales se han vuelto esenciales para todos los aspectos del negocio. La decisión más relevante que los líderes empresariales pueden tomar es garantizar que estas tecnologías sean confiables y cuenten con el consentimiento de los usuarios.
Esta confiabilidad no sólo aumenta la confianza de los usuarios, sino que también permite a las empresas tomar decisiones y actuar con la agilidad que el actual ecosistema de negocios requiere.
Este cambio hacia la centralidad de los datos también ha revolucionado el mundo de la medición. Ejemplo de ello es Google Analytics 4, que ofrece una solución de análisis centrada en la privacidad, y que permite medir el rendimiento del negocio respetando el consentimiento del usuario y las regulaciones de cada región.
El principal diferencial de Google Analytics 4 es que utiliza Google IA para completar la información cuando los datos no están disponibles, permitiendo respuestas rápidas y precisas a las preguntas estratégicas del negocio.
Colocar los valores de los usuarios en el centro de la estrategia empresarial no sólo permitirá el crecimiento del negocio, sino también aumentará la confianza de los usuarios en la marca.
Según una reciente investigación realizada por Ipsos, el 49% de los participantes indicaron que una experiencia positiva con la privacidad de su segunda opción de marca podría llevarles a reemplazar a su primera opción.
El estudio también reveló tres prácticas de privacidad que aumentan la confianza de los usuarios: solicitar el consentimiento para personalizar un sitio web, preguntar a los clientes cómo y con qué frecuencia desean recibir recordatorios sobre la configuración de privacidad, y explicar por qué reciben ofertas o anuncios personalizados. Implementar estas prácticas desde el inicio de cualquier estrategia de marketing es fundamental.
El futuro del marketing digital está aquí, y viene acompañado de nuevas expectativas de los usuarios que valoran cada vez más la gestión de su información personal al elegir una marca.
Potenciar la sensación de control sobre los datos personales es crucial para los usuarios y las marcas, ya que puede ayudar a desarrollar la confianza, aumentar la efectividad del marketing y obtener mejores resultados.
En resumen, la próxima decisión de negocio referente a la presencia digital de tu marca debe considerar la privacidad del usuario como una prioridad. Herramientas como Google IA y GA4 se posicionan como aliados ideales. (Imagen Ilustrativa/depositphotos)