La Enfermedad Renal Crónica (ERC) se deriva mayoritariamente de enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes mellitus y la hipertensión arterial, explicó el integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel II.
En el marco del Día Mundial del Riñón, que se conmemora el segundo jueves de marzo, el especialista destacó la importancia de tomar conciencia de esta afección en la primera fase para evitar complicaciones.
De acuerdo con estimaciones de las organizaciones Mundial de la Salud (OMS) y Panamericana de la Salud (OPS), en el año 2050 cerca de 40 millones de personas requerirán atención por problemas renales en México.
Aunado a esto se estima que el 60 y 70 por ciento de la población mayor de 50 años padecerá diabetes mellitus y la tercera parte desarrollan nefropatía (daño renal), por lo que habrá un incremento significativo de esta afección, añadió López Sánchez en un comunicado del IPN.
Para proteger el órgano es de gran importancia impulsar el autocuidado y realizar un chequeo médico anual que incluya estudios de laboratorio, así como el consumo de las vitaminas C y E, que se encuentran de manera natural en alimentos y vegetales verdes.
Como parte de los experimentos indujo hipertensión y diabetes mellitus a modelos animales (ratas) y observó que, a los dos días de incrementar la glucosa, aumentó el tamaño del riñón, las células del órgano mueren y son sustituidas por tejido fibroso, deteriorando sus funciones hasta llegar a la insuficiencia absoluta, puntualizó.
En la etapa inicial de la afección se administraron a las ratas las vitaminas C y E durante un mes y notaron que los cambios producidos por las afecciones se revirtieron llegando a la conclusión del papel que juegan en la protección renal.
El consumo de agua natural es primordial para mantener los riñones saludables. “Para limpiarlo de todas las toxinas, se recomienda ingerir diariamente por lo menos dos litros del vital líquido y evitar el consumo de alimentos procesados y bebidas gaseosas”, indicó.