Prácticamente desde la existencia misma, a las personas que les cuesta el arte del coqueteo, quienes no consiguen su amor por mucho que lo intenten o los que solo quieren diversión de una noche, buscan ayuda de amigos, el alcohol, clubes de sexo, celestinas profesionistas o, en tiempos modernos, de aplicaciones de citas.
Sin embargo, en la actualidad ha aparecido un nuevo aliado para los que quieren encontrar pareja: la Inteligencia Artificial (IA), cuyo uso abrió un debate sobre las implicaciones en las relaciones sociales y amorosas.
En este artículo, exploramos cómo ha sido la adaptación de la forma en la que buscamos pareja con las nuevas tecnologías, así como qué repercusiones tendrá el uso de la IA en las relaciones amorosas.
Siempre hemos ligado gracias a un cómplice
Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha tenido la necesidad de encontrar el amor, el alma gemela, la media naranja. No obstante, siempre ha recurrido a ayudas externas para hacerlo: el famoso wingman, las celestinas o, incluso, sitios cada vez más populares como JOYclub, un club para divertirse y deshinibirse.
En estos tiempos, la tecnología ha ampliado estas herramientas para encontrar el amor o simplemente pasar un rato divertido de una noche. Por ejemplo, las redes sociales han permitido ampliar nuestro rango de búsqueda, y sin siquiera salir de casa.
De hecho, de acuerdo con un estudio de The Competitive Intelligence Unit, los mexicanos utilizan las redes sociales más tradicionales para encontrar pareja en lugar de las apps de citas.
Dentro del grupo de usuarios que ligan por internet, el 50.9 % usa Instagram, el 47.2 % WhatsApp y el 39.4 % Facebook para tal fin. Esto significa que los mexicanos prefieren usar estas redes sociales antes que aplicaciones de citas.
Nuevas tecnologías, viejas costumbres
Antes de la llegada de las aplicaciones de citas, existían otros servicios similares que afirmaban encontrar la media naranja para cualquier persona. Las famosas celestinas, casamenteras o chaperonas han sido las artífices de muchos encuentros amorosos desde hace mucho tiempo y en diferentes culturas.
Incluso, en la actualidad, aún muchos mexicanos siguen usando los servicios de las celestinas para encontrar su verdadero amor. Sin embargo, ahora estas casamenteras usan la tecnología para elevar su tasa de éxito.
Por ejemplo, cada usuario interesado en sus servicios debe responder a varias preguntas cuidadosamente diseñadas por psicólogas para crear un perfil.
Luego, utilizan un software para analizar su compatibilidad con otras personas registradas; si hay un “match”, entonces pasa a una entrevista psicológica para saber sus gustos y concretar una cita con la supuesta pareja ideal.
Posteriormente, si todo va bien, la persona puede cancelar su suscripción con esta celestina digital. Si lo prefiere, puede seguir usando sus servicios y conociendo a más personas compatibles.
Al igual que las casamenteras o celestinas antiguas, las empresas que ofrecen estos servicios son muy exigentes y cuidadosas, ya que no permiten que las utilicen para simplemente tener aventuras de una noche.
Por ello, según sus propios datos, menos del 50 % de las personas pasan la entrevista psicológica y muchos menos concretan una cita. Por este motivo, los que están buscando solo una aventura de una noche acuden a las aplicaciones de citas a encontrar gente con el mismo interés.
Apps de citas e inteligencia artificial
El uso de internet para ligar es casi tan antiguo como internet, pero su visibilidad y aceptación es de tiempos modernos. Antes se creía que los que buscaban pareja por internet eran unos “perdedores” o “nerdos”, pero ahora es muy común escuchar a alguien decir que encontró su pareja en tal o cual aplicación.
De acuerdo con Statista, la aplicación más utilizada por los mexicanos es Tinder, con un 72.70 %; le sigue Bumble, con 68.20 %; Grindr, con 13.6 %, entre otras. En la mayoría de los casos, estas son utilizadas para un ligue de una noche tanto por hombres como mujeres.
El público joven es el que más utiliza estas apps de ligue, ya que el 56 % de los usuarios se ubica en el rango de 18 a 34 años. Esto concuerda con lo que mencionamos anteriormente, puesto que las personas de más edad prefieren las redes sociales en lugar de estas aplicaciones.
Sea cual sea el uso que se les dé, la tendencia del uso de las aplicaciones de citas sigue al alza, tanto en el público joven como en el más adulto.
De hecho, tanto es así que cada día surgen nuevas aplicaciones de servicios de citas, y ahora las más buscadas son las que tienen inteligencia artificial.
Sí, la revolución de la IA también llegó a los servicios de citas, y no solo con nuevas aplicaciones, también con nuevas formas de ligue. Ahora, la inteligencia artificial está siendo usada por algunos usuarios para ligar, pero no de la forma en la que crees.
En tiempos recientes, aplicaciones como Bumble y Badoo España han reportado un aumento de casos de personas que utilizan bots de IA para intentar ligar. Es decir, configuran el software para que responda por ellos, y muchos afirman que la tasa de éxito es altísima, que el problema es mantener la misma conversación en la vida real.
Debido a ello, las aplicaciones de citas han decidido prohibir el uso de cualquier tipo de IA que influya en las relaciones e interacción humana. ¿Algo contradictorio no?
Conclusión: el futuro es inevitable
La tecnología avanza más rápido que la sociedad, eso es una ley sociológica. Por ello, prohibir el uso de la inteligencia artificial lo único que traerá es que cada vez se use más.
Así como las celestinas se negaron al empleo de software en un principio y ahora los utilizan, más pronto que tarde, las aplicaciones de citas incorporarán la inteligencia artificial para mejorar la experiencia de los usuarios.
Para muchos, estamos ante los inicios de lo que la película Ella (Her, Spike Jonze, 2013) planteaba, la sustitución de las relaciones humanas frente a las IA. Sin embargo, no hay que ser pesimistas, la tecnología siempre ha traído cambios positivos para la sociedad pese a la resistencia de unos pocos al principio.
Por lo pronto, las celestinas digitales llegaron para quedarse, y solo el tiempo dirá si se mantienen o mutan a nuevas formas de ligue, sea mediante la IA u otra nueva.