Durante mucho tiempo, ha existido la creencia popular de que bajo el Centro Histórico de la ciudad existen túneles, y fue a partir de que se encontró un acceso en el edificio del palacio de gobierno, ubicado enfrente de la catedral, que se decidió estudiar el subsuelo de la Catedral de Morelia, aplicando la técnica de tomografía de resistividad eléctrica 3D.
¿Por qué una tomografía?
El Centro Histórico de Morelia fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en el año 1991 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
Este sitio posee un gran valor arquitectónico, histórico, turístico y cultural, por lo que se decidió utilizar la técnica de tomografía de resistividad eléctrica 3D, con el fin de no dañar el patrimonio histórico.
Roberto Cabrer Torres, joven moreliano egresado de la primera generación de la licenciatura en geociencias de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Morelia, participó en este estudio, el cual sirvió para que elaborara su trabajo de tesis y obtener su título profesional.
“Qué mejor que hacerlo en la ciudad en la que nací y crecí, por lo cual decidí integrarme al proyecto de la catedral, pues en Morelia siempre hubo mitos de la existencia de túneles ubicados por debajo del Centro Histórico que conectaban la catedral con distintos sitios en los que la gente escapaba en los conflictos armados”, dijo Cabrer Torres.
Esta técnica de estudio consiste en utilizar electrodos para inyectar corrientes eléctricas al subsuelo, para posteriormente identificar las variaciones de la resistencia de los materiales, con lo cual se determinan los contrastes físicos presentes en el subsuelo, ayudando a identificar los materiales o si existen cavidades.
El estudio del subsuelo de la catedral de Morelia ha tenido cuatro levantamientos de datos: el primero de ellos en el año 2009, el segundo en 2014, el tercero en 2016 y el más reciente en 2017.
También se contó con la participación del maestro en ciencias Gerardo Cifuentes Nava y el doctor René Efraín Chávez Segura.
“Se encontraron contrastes que no son meramente resistivos como esperábamos; sin embargo, nos indican que estos túneles podrían encontrarse derrumbados, inundados o azolvados. Posiblemente no eran túneles para uso de la gente, sino eran fosas sépticas o algún tipo de cañería”, expresó el joven investigador.
Cabrer Torres relata que además de los túneles se ha encontrado debajo de la catedral una estructura que se cree podría ser la antigua cripta de los obispos de Morelia.
Asimismo, se llegó al hallazgo de estructuras que asemejan túneles, las cuales van en los cuatro puntos cardinales.
Aunque los datos que se han ido recabado muestran indicios de que la creencia popular no estaba muy alejada de la realidad, Cabrer Torres menciona que es necesario implementar nuevas metodologías en el estudio del subsuelo del Centro Histórico de Morelia. De esa forma, se podrá obtener una mayor resolución de los que se encuentra por debajo de la catedral.
Gracias a los resultados obtenidos, Cabrer Torres indicó que las geociencias pueden aportar herramientas de gran utilidad para el estudio de cuestiones culturales, como lo son la arqueología y la historia que encierra el patrimonio cultural de México.