Esta tecnología que actualmente promueven entre productores, se creó en el Laboratorio de Manejo Agroecológico de Plagas del Instituto de Ciencias combinando los saberes más tradicionales con la experimentación científica, informó el científico y responsable de este trabajo, Agustín Aragón García.
Los extractos vegetales, con lo que sustituyen el uso de agroquímicos, han sido propuestas efectivas en el manejo y control de plagas como la cochinilla, hormiga de fuego, chapulín, la conchuela, el gorgojo del frijol, la palomilla del maíz y el psílido en los aguacates, entre otras.
Tan sólo la cochinilla o grana, que es un insecto de aspecto algodonoso cubierto por un polvo blanco que se desprende fácilmente, afecta siembras de nopal.
Aragón García explicó en un comunicado el desarrollo de su tecnología: la planta chicalote se mezcla con agua 24 horas y emplean 30 gramos por cada litro; tras un reposo, se filtra con una malla fina y después se aplica una semana sobre los cultivos de nopal.
Como parte del proceso y en la segunda semana, se realiza una aplicación con jabón neutro y no detergente porque dañaría el suelo agrícola. “El jabón de barra se ralla y por cada 15 litros de agua se adicionan 100 gramos, se deja reposar por ocho horas, se filtra y se aplica con aspersor de mochila".
De esta forma, explicó el académico, en una semana se aplica el extracto de la planta y la otra el extracto de jabón.
Es un método preventivo y en caso de que la infestación está avanzada, puede bajar la incidencia de la cochinilla con ocho aplicaciones, cuatro de extracto de la planta y cuatro de jabón, dejando descansar un mes la plantación para después iniciar otra vez con el ciclo de aplicación.