Al menos 130 migrantes entran en Melilla tras saltar frontera con Marruecos

24 de Junio de 2022
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Rabat, 24 jun (EFE).- Las autoridades marroquíes detuvieron este viernes a un millar de personas subsaharianas que se aproximaban a Melilla para intentar cruzar a la ciudad española, durante una operación policial en la que resultaron heridos decenas de agentes marroquíes y también de emigrantes.

Según informaron a Efe fuentes de seguridad, muchos de los emigrantes arrestados en su intento de acceder a Melilla son de nacionalidad sudanesa y provenían de bosques cercanos en los que se estaban congregando en los últimos días para llevar a cabo una entrada masiva a esta ciudad española en el norte de África.

La Delegación del Gobierno español en Melilla informó de que casi 2.000 migrantes intentaron cruzar este viernes la valla que separa Marruecos de la ciudad española y al menos 130 de ellos lo consiguieron.

Las fuentes marroquíes explicaron que "sólo una pequeña parte" de emigrantes pudieron escapar al dispositivo y esconderse en los bosques marroquíes fronterizos con Melilla.

Las autoridades del país magrebí preveían ese ataque desde hace más de una semana después de que cientos de emigrantes subsaharianos se congregaran en montañas difícilmente accesibles situadas en la comarca de Bini Buiafrur, ubicada en la provincia marroquí de Nador y a unos 20 kilómetros al oeste de Melilla.

De hecho, los servicios de seguridad marroquíes realizaron dos intervenciones ayer y el pasado sábado para abortar estos preparativos, en los que estaban implicados cientos de emigrantes subsaharianos que tenían al intención de cruzar a España a partir de Bini Buiafrur.

Durante estos dispositivos, alrededor de 200 agentes marroquíes resultaron heridos en los enfrentamientos con estos emigrantes, que por ser de mayoría sudanesa consiguen la colaboración de la población local debido al factor del idioma y de la religión.

Habitualmente, los servicios de seguridad someten a los migrantes interceptados en las fronteras con Ceuta y Melilla y en las costas del país a un interrogatorio rutinario, trámite que suele terminar pasados unos días en su traslado hacia ciudades del centro del país.

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