Cuba: Mujeres de ciencia y salud ante la covid-19

01 de Febrero de 2021
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mujer-ciencia-pixabay
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La Habana, febrero, (SEMlac).- Margarita Montes de Oca Carmenaty es estudiante de quinto año de Medicina en la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, a 860 kilómetros de La Habana. Desde hace tres días pasa sus jornadas en un centro de aislamiento para contactos de personas positivas al nuevo coronavirus, ubicado en la Facultad de Medicina número dos de su ciudad.

"Acá casi todo el voluntariado son mujeres", afirma a SEMlac la joven. Ella es una de las tantas que, muchas veces en forma anónima, han estado en la primera línea frente a la pandemia generada por la covid-19 en la isla caribeña, desde sectores socialmente estratégicos como la medicina y la ciencia.

"Voy a estar aquí por 14 días. Ahora me estoy desempeñando como mensajera y tengo la tarea de repartir paquetes. Formamos un equipo con muchas más mujeres que hombres. Estamos trabajando, haciendo nuestro mayor esfuerzo", señala Montes de Oca.

Explica que, además de la mensajería, también se desempeñan en la lavandería, distribuyendo alimentos, en la limpieza y otras labores que se necesiten en el lugar. Casi siempre terminan a las 12 de la noche, o incluso más tarde.

"Vine preparada para trabajar en lo que hiciera falta y garantizar la estancia de pacientes que están transcurriendo por un proceso infeccioso con esta enfermedad", explica.

La joven dice sentirse satisfecha porque, a lo largo de más de 10 meses de epidemia en el país, ha podido colaborar de diversos modos. "He pesquisado en la comunidad, he donado sangre, he trabajado como conductora en el programa Quédate en casa desde Santiago de Cuba y ahora hago mi aporte como voluntaria en este centro de aislamiento. Al final, gratifica ver lo que podemos aportar en un momento tan difícil", asegura.

Mujeres dan la cara a la pandemia
El sentimiento de utilidad lo comparte también la Doctora en Ciencias Médicas María Eugenia Toledo Romaní, epidemióloga del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), en la capital cubana.

"En el mundo de las ciencias, como lo es el de la salud pública en Cuba, el potencial de mujeres que se vinculan a los servicios sanitarios y a la actividad científica es elevadísimo. El esfuerzo de ellas ha marcado sin duda esta pandemia", afirma la especialista.

Toledo Romaní es investigadora principal de los ensayos clínicos de Soberana 02, una de las cuatro vacunas contra el SARS-CoV-2 que desarrolla la nación caribeña. Esos ensayos y proyectos cuentan con varias mujeres que se desempeñan como líderes e investigadoras.

El IPK, además de ser una institución científica dedicada a la investigación, cuenta con un hospital de atención a enfermos. "Ninguna mujer allí en nuestro centro ha dicho: 'yo no voy a zona roja, porque tengo otras responsabilidades'… lo cual es cierto porque muchas veces asumimos infinidad de tareas al interior del hogar como madres, como mujeres", comenta la doctora.

Las mujeres sobresalen en los servicios de atención médica y de investigación, pese a que las inequidades de género las siguen colocando como las mayores responsables de los quehaceres domésticos, ahora complicados y prolongados en medio del aislamiento en casa. También se encargan mayormente de los cuidados de niñas, niños y personas mayores, estas últimas en el grupo más vulnerable ante el nuevo coronavirus.

"Todas han estado en zona roja, no solo en los hospitales. Las médicas de familia, que no saben quién está enfermo y quién no porque el 70 por ciento de los pacientes son asintomáticos, no han dejado de salir a la calle a pesquisar. En el caso de los ensayos clínicos, igualmente han estado junto a nosotros siguiendo de cerca el protocolo", expone como ejemplos la investigadora.

Las cubanas representan más del 70 por ciento de quienes trabajan en el sector de la sanidad, que cuenta con una cifra superior a los 95.000 médicos y 84.000 licenciados y técnicos de enfermería, de acuerdo con el Anuario Estadístico de Salud en su edición de 2019.

Datos del Ministerio de Salud Pública señalan que actualmente existe en Cuba un médico por cada 122 habitantes y una enfermera por cada 128 habitantes. En todo el territorio nacional hay habilitados 11.432 consultorios del Médico y Enfermera de la Familia y 449 policlínicos.

La doctora en Ciencias Belinda Sánchez Ramírez, directora de Inmunología e Inmunoterapia del Centro de Inmunología Molecular (CIM) y una de las investigadoras vinculadas a la obtención de una vacuna cubana contra la covid-19, es una de ellas.

"Esas profesionales hacen un trabajo muy valioso, tanto en su posición de médico, enfermera y científica, entre tantas otras, como en el diagnóstico de la enfermedad, en el diseño de vacunas, de métodos diagnósticos y analíticos, en el estudio de la respuesta inmune de pacientes y vacunados", refiere.

Destaca la especialista que la mayor parte del personal de la ciencia son mujeres y, entre ellas, las jóvenes tienen un lugar protagónico. "Son en su mayoría mujeres quienes trabajan entre 10 y 14 horas diarias en nuestros laboratorios y en los 18 de biología molecular distribuidos en el país, para acelerar los resultados. Su consagración y entrega consciente las han alejado un poco del hogar. En este contexto, el apoyo de la familia cubriendo tareas hogareñas, brindando comprensión, imprimiendo fuerza y confianza ha sido y continúa siendo vital", refirió.

En medio de la crisis sanitaria, ellas han liderado además la respuesta solidaria internacional del país en materia de servicios médicos. Cuba ha enviado 38 brigadas del Contingente Henry Reeve, especializado en situaciones de desastre y grandes epidemias, para asistir a 26 naciones de Europa, América Latina y el Caribe por la covid-19.

Más de 3.800 profesionales han integrado estos grupos, en los cuales las mujeres son la principal fuerza, del 61, 2 %.

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