El Gobierno austríaco cierra las dos mezquitas donde se radicalizó el terrorista

06 de Noviembre de 2020
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Viena, 6 nov (EFE).- El Gobierno austríaco ordenó hoy el cierre de las dos mezquitas de Viena donde se cree que se radicalizó al autor del atentado islamista del pasado lunes que dejó cuatro muertos y una veintena de heridos en la ciudad.

El Gobierno decretó los cierres después de consensuar la medida con la Comunidad Musulmana de Austria (IGGÖ), la asociación mayoritaria de esa fe en el país centroeuropeo y que gestionaba uno de los centros clausurados.

"Son centros religiosos que atentan contra nuestros valores y no podemos permitirlo", justificó los cierres la ministra austríaca de Integración, Susanne Raab, en una rueda de prensa.

La ministra insistió en que las medidas no están dirigidas contra los musulmanes de Austria y recordó que precisamente ellos son "los más amenazados por el islamismo".

El cierre se ampara en diversas leyes y tiene como base información de los servicios de inteligencia internos que apuntaban a que esas dos mezquitas contribuyeron a radicalizar al autor del atentado, un joven de 20 años nacido en Viena.

Uno de los templos, en el barrio de Meidling, se cierra en interés de la seguridad pública y por incumplir la actitud respetuosa hacia el Estado y la sociedad que se exige en la ley con la que se gestiona el funcionamiento de las asociaciones musulmanas.

La otra mezquita, situada en el barrio de Ottakring, se clausura por vulnerar la normativa de asociaciones después de haber favorecido la radicalización del autor del atentado y de otros islamistas conocidos por las fuerzas de seguridad.

Raab destacó que se debía actuar contra quienes "predican el odio y glorifican a la violencia" y tratan de captar a personas jóvenes desorientadas y que están todavía construyendo su identidad.

Por otro lado, el ministro del Interior, Karl Nehammer, reconoció que se han cometido "fallos intolerables" al no detectarse las intenciones del atacante, pese a contar con antecedentes por yihadismo y recibir un aviso de Eslovaquia de que intentó comprar munición para un Kalashnikov en ese país.

La primera consecuencia ha sido que el responsable regional de Viena de la unidad de inteligencia de lucha contra el terrorismo ha sido apartado del cargo a petición propia mientras duren las investigaciones para esclarecer los errores.

Seis de los dieciséis detenidos en relación al atentado islamista han sido puestos en libertad después de que no se hayan confirmado las sospechas contra ellos, ha informado hoy la Fiscalía de Viena.

Para otros ocho detenidos se ha solicitado prisión preventiva y se está a la espera de una decisión, ha señalado una portavoz de la Fiscalía a la agencia APA. Los otros dos detenidos no han sido aún enviados a prisión.

A los detenidos se les acusa de haber colaborado en el atentado o de tener vínculos con una organización terrorista relacionada con el ataque, cuya autoría asumió el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

La Policía mató a tiros al terrorista, que utilizó varias armas de fuego y un machete para matar a cuatro personas y herir a otras 22 en una zona de bares y restaurantes del centro de Viena.

Las investigaciones se desarrollan también en Suiza, donde dos sospechosos han sido arrestados, y en Alemania, donde la Policía ha registrado las viviendas y oficinas de otras cuatro personas que se creen vinculadas con el atacante de Viena.

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