Esta artista, además, toca piano y guitarra y es integrante del coro de la parroquia Santa Ana de Niquinohomo, municipio de Masaya, una de las ciudades indígenas que más ha resistido la represión gubernamental desde esa fecha.
Olesia está en la cárcel junto a su hermana Tania Verónica, desde el 31 de julio pasado, acusadas de terroristas, entre otros delitos. De facciones indígenas y gruesos espejuelos, la mujer de 46 años es una líder muy popular en su pueblo, donde se asegura ganó como candidata a la Alcaldía por el Partido Liberal en las elecciones del 2017, pero el partido de gobierno se la robó.
Su voz descrita como "angelical" entonando el Ave María y cánticos a la Virgen, dominaba cada mediodía la temida cárcel de El Chipote, donde se retiene a personas secuestradas por participar en las protestas anti gobierno.
"La voz de Olesia se escuchaba por el galerón, haciendo guardar silencio a prisioneros mujeres y hombres, por momentos liberados del miedo y los dolores de las torturas. Cuando terminaba de cantar, se gritaba de alegría y nos sentíamos llenos de esperanza". Son palabras de Bayardo Solís, un joven defensor de derechos humanos, retenido ilegalmente por 10 días en el sitio y liberado la semana pasada.
En las redes sociales se había divulgado esta acción, pero es la primera vez que un interno lo confirma. "Una voz espectacular y cada vez que ella cantaba, las recargas del día, del encierro, de la desesperación, la ansiedad, se iban y ella lograba que estuviéramos bien y siempre durmiéramos bien", relató el universitario autoexiliado a un diario nacional.
Cuando trasladaron a Olesia al Sistema Penitenciario La Modelo, todos en El Chipote pedían a gritos que no se la llevaran, pero ella les respondió que sí quería irse. Para la gente del pueblo, Olesia es una mujer de iglesia, dedicada a la alabanza de Dios, de carácter sosegado y tranquila, es "como monja" pero sin estar en una congregación, comentan.
Los delitos en su contra son: terrorismo, entorpecimiento de servicios públicos, portación o tenencia ilegal de armas, robo y amenazas. Durante la rebelión en Niquinohomo, cuna del héroe nacional Augusto César Sandino, las hermanas divulgaban música de protesta desde la puerta de su casa y ayudaban a jóvenes de las barricadas, dándoles bebidas gaseosas, pan o café. Ese fue su delito.
Su pasión por las causas justas no es de ahora. Hace tiempo, Olesia encabezó las protestas de la población en contra de un sacerdote que, desde el púlpito, atacaba a las mujeres, diciéndoles "seres que hieden por todos los hoyos". Con megáfono en mano, la cantora empezó una campaña de denuncias contra el cura, quien finalmente fue retirado de la parroquia.
Hay muchas historias detrás de cada mujer encarcelada injustamente en el marco de la protesta social en Nicaragua. Junto con Olesia, al cierre de esta nota habían sido apresadas 23 mujeres. En ningún caso se respetaron los procedimientos legales, ni para su detención ni enjuiciamiento.
El listado de presas y perseguidas políticas crece cada día: Irlanda Jerez, Ana Patricia Sánchez Moraga, Yolanda Sánchez Moraga, Solange Massiel Centeno Peña, María Adilia Peralta Cerrato, Nelly Marily Roque Ordóñez, María de los Ángeles López López, Melissa Torrez Cardoza, Yuri Iclea Valerio Rivera, Yamileth del Carmen Moncada Gutiérrez, Minerva Morales, Sadie Tamara Rivas Siles, Marina Ramona Castellón, Cindy María Castillo González, Irma Elizabeth Centeno Rivera, Johanna Espinoza Delgado, Elsa Valle, Yaritza Mairena, Victoria Obando, Lía Gabriela Ruiz Monte, Wendy Juárez, Heidy Carolina Rizo García y Victoria Obando.