La ginecóloga y sexóloga adscrita al Hospital de Gineco obstetricia del IMSS Jalisco agregó que “estamos ante una situación donde nuestra vida se compromete, donde hay muchos cambios, ya que evidentemente el aspecto de la sexualidad se ve trastocado, porque esta parte queda olvidada”.
“Pero parte de una atención integral incluye esto, porque no sólo influye en la persona que padece el cáncer sino también en la pareja y la familia”, señaló.
Refirió que ya sea que la paciente pasó por una mastectomía (extirpación de una o ambas glándulas mamarias), o bien está bajo tratamiento basado en quimioterapia o radioterapia, es frecuente que exista desinterés sobre el aspecto sexual o incluso se presente una baja dramática en la libido, ya que puede haber efectos adversos en el ámbito hormonal.
Manifestó que si la paciente fortalece su autoimagen, realiza un trabajo personal en donde pueda recuperar su autoestima y además consolide una comunicación estrecha con su pareja, la sexualidad puede restablecerse de forma paulatina.
“Hay que plantearnos el cómo lo voy a vivir, con un nuevo cuerpo, hay que trabajar primero con nuestra autoimagen, es importante también el acompañamiento con la pareja”, expuso.
Enfatizó que la sexualidad en la pareja es algo muy extenso, que incluye estímulos como caricias, palabras, complicidad, explorar los cinco sentidos, y no olvidar que las formas de incrementar el deseo y el placer sexual son muchas y muy variadas.
Destacó que es indispensable iniciar el proceso de regreso a la vida sexual en pareja, idóneamente con el acompañamiento de un terapeuta sexual y un experto en psicología, toda vez que también el compañero que no presenta la enfermedad requiere de atención integral.
“Que también al compañero se le explique el proceso y que se llegue a una comunicación”, detalló.
Aconsejó a las parejas que han vivido esta situación darse tiempo de ocio para pasarlo juntos y fomentar la unión entre ambos, lo cual facilitará el retomar la vida sexual y reencontrarse en ese sentido.