Aunque no acostumbra a exhibir en público su lado más amable y conciliador, el cantante Justin Bieber no tardó en expresar su más profundo agradecimiento cuando un extraño se prestó voluntario para pagar de su bolsillo la cuenta que el intérprete tenía pendiente en un restaurante de comida rápida en Los Ángeles (California), después de que su tarjeta de crédito fuese rechazada.
El generoso acto fue obra de Kody Christansen, quien se encontraba en el establecimiento esperando su almuerzo cuando fue testigo del momento en el que Justin estuvo a punto de salir del local para buscar otra tarjeta con la que abonar el importe. Con el propósito de ahorrarle el mal trago de tener que exponerse de nuevo ante los fotógrafos que le esperaban en la puerta, el joven decidió intervenir con rapidez para hacerse cargo de la deuda y solventar así el problema.
"Justin puso su tarjeta en la máquina, pero no funcionaba. Dijo: 'Tengo que correr a por otra tarjeta' y entonces decidí pagar por él para evitarle un segundo viaje que le hubiera obligado a pasar por 20 fotógrafos. Le dije: 'Yo lo pago' y me preguntó si estaba seguro. Se le veía muy agradecido", comentó el 'héroe' de Justin al periódico The New York Post.
Kody, que trabaja como actor y también como camarero en el barrio neoyorquino del Soho, no había querido hacer pública su historia al considerar que chocaría frontalmente con el derecho de Justin a disfrutar de algo más de privacidad, aunque finalmente se ha animado a ofrecer su versión de lo ocurrido para cortar de raíz cualquier tipo de especulación que pudiera generar el suceso.
"No se lo quería contar a nadie por respeto hacia él, y porque no creo que fuera justo que todo el mundo supiera que le habían rechazado su tarjeta en un restaurante", explicó.
El joven ha aprovechado su entrevista para revelar también que, hasta hace escasamente un año, vagaba sin rumbo por las calles de Nueva York y pasaba las noches en refugios para personas sin hogar como consecuencia de la adicción al alcohol y a las drogas en la que se sumergió mientras trataba de labrarse su carrera interpretativa, una dura experiencia que ahora recoge en su libro autobiográfico 'Hollywood Heartbreak, New York Dreams', del que precisamente se disponía a firmar copias en Los Ángeles antes de su fortuito encuentro con Justin Bieber.
"Se portó muy bien conmigo y además parecía tener interés en mi libro. He pasado en un año de dormir en albergues para indigentes en Nueva York a comprarle la comida a una de las estrellas más importantes del mundo", se sorprendió.