Entrevistado en la redacción de Rotativo de Querétaro, recordó que la obesidad es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud, que es el primer factor de riesgo para desarrollar la Diabetes, enfermedades cardiovasculares, problemas respiratorios y diversas enfermedades degenerativas.
Manifestó que en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2012, donde se muestra que el 70 por ciento de la población de adultos mayores de 20 años, las cifras dicen que las mujeres presentan con mayor frecuencia esta enfermedad, pero en los grados altos de obesidad el índice es más elevado en hombres.
Mientras que en datos de la OMS, México es el país con mayor prevalencia de obesidad infantil.
“Nos da el riesgo de tener infartos, embolias, además se acompaña de enfermedades digestivas, el hígado graso, empeora las crisis de asma, afecta el sueño, es decir el impacto es impresionante y empeora la calidad de vida de las personas”, apuntó.
El especialista en obesidad, Ricardo Reynoso Mendoza, fue entrevistado en la redacción de Rotativo de Querétaro.Por lo que reconoció que las acciones preventivas están siendo pocas, ya que los indicadores han ido en aumento, al decir que la ignorancia y la falta de conocimiento sobre una buena alimentación, son las principales causas que originan el sobrepeso.Al mismo tiempo explicó que en muchas ocasiones el médico y paciente no abordan el tema de la Masa Corporal como factor principal de la aparición de dolores, molestias y enfermedades, afectando considerablemente el funcionamiento de los órganos.
“Tenemos que hacer un esfuerzo para impactar a todas estas enfermedades, prevenir y mejorar el tratamiento de la hipertensión, la diabetes, a través de abordar el tema del exceso de peso, el médico prescribe medicamentos para el azúcar, para la presión y el paciente solo toma los analgésicos, y ninguno menciona el sobrepeso”, señaló.
Situación por la que el especialista enfatiza la necesidad de poder crear acciones que rompan los prejuicios de esta enfermedad, ya que el impulso de comer afecta los mecanismos de ingesta de alimentos.
Detalló que la población contribuye a esta situación, ya que se generan juicios morales, tema que afecta y que debe ser tratado con atención especializada.
“Este impulso se rige por neuronas, a través del hipotálamo y las personas que tienden a desarrollar obesidad son biológicamente personas que no desarrollan esta capacidad”, manifestó.
Agregó que un factor que también influye significativamente es el lado estético, sin embargo debe ser tratado primordialmente como un tema de salud, por lo que las acciones deben enfocarse a educar a la sociedad en la manera de hablar de está problemática evitando palabras prejuiciosas y que estigmatizan, ayudando a la educación de la salud.
“No se trata de verse bien, se trata de mejorar el estado de salud y esto modifica forzosamente la seriedad con la que lo tratamos y las expectativas, porque entonces la expectativa es: “yo quiero perder peso para sentirme mejor, estar mejor y prevenir enfermedades”, subrayó.
Reynoso Mendoza dijo que todos los médicos especialistas viven diariamente este tipo de situación con sus pacientes, sin embargo no son abordados con seriedad, ni por los doctores, ni por los pacientes.
De ahí que exhortó a al ciudadanía a conocer su peso y estatura, con la finalidad de prevenir alimentos que propicien el aumento de masa, generando exceso de peso.
“Todos pensamos habitualmente que somos más ligeros y más altos de lo que somos, tenemos que conocer nuestra masa corporal, con esa medida puedo saber si estoy con problemas de sobrepeso y probablemente obesidad, a las cosas hay que decirles por su nombre y abordarlas como tal”, aseguró.
Reconoció que cada vez más personas van desarrollando la obesidad, por lo que las causas de esta enfermedad son muchas, al referir que la vida sedentaria contribuye significativamente a esta situación.
“Actualmente estamos en una sociedad en la que nos movemos poco y la accesibilidad a los alimentos, sin embargo son alimentos que son ricos en grasas y en azucares, además se distorsionan las porciones, hoy estamos acostumbrados a que con poco dinero se puede comer mucho, esto ha hecho que la obesidad no distinga clases sociales”, afirmó.
Y es que añadió que la combinación de circunstancias ha hecho que la enfermedad se acrecenté, especialmente en la población infantil, debido a la alimentación y la facilidad para obtenerlo.
Por ello dio a conocer que uno de los tratamiento puede ser medicamento controlado, como el SAXEDA, para el control de peso, al referir que las recaídas son constantes en este tipo de enfermedades.
“Hay una serie de estrategias mostradas por las guías para el tratamiento de obesidad, que son aceptadas, a veces pensamos que lo mejor es comer menos y moverte más, pero la mayor parte que vive con obesidad, ha hecho intentos y no lo ha logrado”, manifestó.
SAXEDA llevó a cabo un estudio de 20 años sobre obesidad y sobrepeso desarrollando su primera terapia para el manejo crónico de esta enfermedad, especialmente para todas aquellas personas que viven con la problemática, sin embargo no está recomendado para el uso en población infantil.
“Son análogos de hormonas, recientemente hemos incursionando en la atención de esta problemática, para replantear la obesidad, existen áreas de oportunidad, necesitamos hablar con la sociedad para que la gente este muy consciente de que esta situación debe ser tratada”, afirmó.
Explicó que se prescribe de manera gradual, iniciando con dosis pequeñas y se debe aumentar de manera semanal, además de que es comercializado solo en 5 países, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Italia y México.
Finalmente exhortó a la sociedad a quitarse los prejuicios de esta problemática y las estrategias conductuales, por lo que mencionó que también se requiere atención psicológica o psiquiátricos para algún padecimiento emocional, como el trastorno por ansiedad que se presenta con mucha frecuencia, ya que al menos el 30 por ciento que viven con obesidad tienen depresión o ansiedad clínicamente significativos.
“Hay una tendencia familiar, hay cierta biología del individuo, pero hoy en día no tenemos la manera de saber con certeza, no existe una prueba en la que nos muestren el riesgo de adquirir una enfermedad, pero si se involucra mucho el estilo de vida, tampoco existen alimentos prohibidos”, concluyó.