Afecta economía a familias con enfermos renales en San Juan del Río

06 de Junio de 2014
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Dializada.
Dializada.
Rotativo | Marisol Barbosa
San Juan del Río, 6 Junio 14.- Pobreza y enfermedad son los comunes denominadores de las personas que, en la comunidad de La Estancia, padecen disfunción renal.

Esta problemática a acabo con la economía de decenas de familias, quienes para subsistir ante la deficiencia en los servicios de salud, han tenido que sacrificar parte de su patrimonio.

Rodrigo Morales Hernández, tiene 15 años de edad y el 9 de junio cumplirá 5 años desde que inició su tratamiento de hemodiálisis; debido a su enfermedad tuvo que dejar la escuela ya que requiere de muchos cuidados, pues una infección podría acabar con su vida.

Semanalmente debe acudir 3 veces a que le realicen el procedimiento de bombeo y limpieza de la sangre; en San Juan del Río no existe una institución de salud pública que cuente con dicho equipo, por lo que deben acudir a un hospital particular, que tiene convenio con el Seguro Social.

Bolsas de dializis.Su mamá, Francisca Hernández Olvera, relata que tras el procedimiento para colocarle el catéter en el corazón a su hijo, ha padecido de otras enfermedades como convulsiones, migraña e infecciones que lo han puesto al borde la muerte.

Desde que le fue diagnosticada la disfunción renal a su hijo, lo colocaron en la lista de espera para un trasplante de riñón, sin embargo para poder acceder a este órgano puede tardar hasta 10 años, ya que en Querétaro hay pocos donadores.

“Tuve que sacar a mi hijo de la escuela, lo tengo aquí encerrado todo el día para evitar que le dé una infección lo tenemos que hospitalizar; ya no es un niño normal y eso me duele como madre”.

Esta problemática no sólo afecta a menores de edad, el caso de Ausencia Hernández Trejo, de 68 años es similar; ella recibe mensualmente 22 cajas con 4 bolsas que le sirven para su tratamiento de diálisis.

El 24 de diciembre del 2009 le detectaron problemas en el riñón y a partir de esa fecha tuvieron que colocarle un catéter en la zona abdominal, a través de la cual debe conectar las bolsas son solución salina.

Explicó que a ella le realizaron el procedimiento en el hospital del IMSS y al igual que cualquier paciente que sufre de esta enfermedad, requiere de cuidados intensivos, así como de limpieza.

Dijo desconocer la razón de su enfermedad, sin embargo como la mayoría de los habitantes de la Estancia, la atribuye a la contaminación del agua que se extrae de los pozos.

“Yo guisaba mis alimentos con agua de la llave que hervíamos, pero creo que eso no era suficiente porque me enfermé; me empecé a hinchar de todo el cuerpo, me llevaron al doctor y me dijeron que mis riñones ya no servían”.

Un caso similar es el de Martina Verde Hernández de 20 años, a quien le detectaron disfunción renal a los 14 años, sin embargo ella tuvo la fortuna de que su mamá sí pudo donarle un riñón.

El problema fue que para realizar la intervención quirúrgica, requirieron un préstamo con una institución crediticia, el cual no han podido liquidar.

“Sí tuvo secuelas, porque la niña no se desarrolló bien, pero por lo menos lleva una vida normal, regresó a la escuela y ahora el único pendiente que tenemos es pagar el préstamo que pedimos con la caja popular.”

Estas historias se repiten por las diferentes arterias de la comunidad de la Estancia, en donde por lo menos hay 2 casos por calle, según reportes de la delegación.

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