Bruselas, 24 Feb (Notimex).- Delegados de Brasil y la Unión Europea (UE) celebran hoy su séptima reunión bilateral en la que abordarán seguridad en Internet y telecomunicaciones, además de las negociaciones de un acuerdo de asociación y libre comercio entre la mancomunidad y el Mercosur.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se reunirá con los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Duro Barroso, y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
Una de las prioridades es el financiamiento del proyecto conjunto de un cable submarino entre Brasil y Europa que permitiría establecer conexiones telefónicas y de Internet sin el intermedio de Estados Unidos y ahorrar hasta 15 por ciento de los costos de transmisión.
El plan está valorado en 245 millones de euros, de los cuales 200 millones de euros serían aportados en partes iguales por el Banco Europeu de Inversiones (BEI) y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) brasileño.
El gobierno brasileño y las autoridades europeas aún tienen que encontrar una manera de cubrir los 45 millones de euros restantes.
La UE también pedirá que la presidenta brasileña explique cómo pretende conducir la conferencia internacional sobre gobernanza en Internet, que se celebrará en Sao Paulo los días 23 y 24 de abril.
En el capítulo comercial, la mancomunidad espera recibir de Rousseff indicaciones de que el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela) está listo para el intercambio de ofertas sobre el acuerdo de asociación birregional, retomadas en 2010 luego de años de parálisis.
El pacto podría crear una zona de libre comercio de 750 millones de consumidores, con 130 mil millones de dólares anuales en intercambios, pero sigue retrasándose.
Brasil pretende aprovechar la oportunidad para convencer a sus socios europeos de la legitimidad de su sistema fiscal, acusado por la UE ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) como proteccionista.
La nación sudamericana es el ochavo socio comercial de la mancomunidad, con 98.5 mil millones de dólares en intercambios en 2013.
Otro tema de la agenda es el acuerdo de liberalización del transporte aéreo con el que Brasil y la UE podrían obtener beneficios anuales de 630 millones de dólares.
El pacto debería haber sido concluido hace dos años, pero ha sido retrasado a pedido de Brasil y la expectativa ahora era de que estuviera listo para esta cumbre, lo que ha sido posible.
Los dos socios tienen previsto, igualmente, pasar revista a temas de seguridad internacional, como la crisis en Ucrania y en Venezuela, la guerra de Siria, el proceso de paz en Oriente Medio, y el programa nuclear de Irán.
Asimismo, reforzarán su cooperación en cuestiones relativas al cambio climático y el desarrollo sostenible, y en los programas de movilidad para investigadores “Ciencia sin fronteras” y de financiación de la investigación y el desarrollo “Horizonte 2020”.
Antes de regresar a Brasil, Rousseff particip
Analizan UE y Brasil acuerdo comercial y cyberseguridad
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2014
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