El Vaticano tiene pendiente abrir más espacio a las mujeres

06 de Marzo de 2015
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Ciudad del Vaticano, 6 Mar (Notimex).- El Vaticano aumentó de manera significativa en los últimos años el número de mujeres que trabaja en sus estructuras, pero aún tiene pendiente hacer realidad el pedido del Papa Francisco de una presencia femenina “más incisiva” en la Iglesia.

En vísperas de la celebración del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, la Radio Vaticana transmitió un reportaje en el que destacó el aumento de la contratación de mujeres en los últimos años, aunque reconoció que las trabajadoras del Vaticano no superan el 20 por ciento del personal.

Datos de la oficina de recursos humanos de la Santa Sede revelaron que unas 762 mujeres prestan servicio en las dependencias pontificias, divididas entre la Gobernación del Estado Vaticano y la Curia Romana.

De esa cifra, casi la mitad trabaja en la Gobernación, el organismo que rige sobre las 44 hectáreas ocupadas por el Estado pontificio en el centro de Roma.

En 2004 eran 195 las féminas que trabajaban en El Vaticano y representaban el 13 por ciento del total de los empleados en ese sector, en la actualidad son 371, equivalente al 19 por ciento.

En la Curia Romana, compuesta por los organismos que auxilian al gobierno del Papa en la Iglesia universal, laboran 391 mujeres que representan el 18 por ciento de los trabajadores de dicha sección. En 2011 eran 288, es decir el 17 por ciento.

Los cargos que ocupan la mujeres en El vaticano raramente son a nivel directivo.

En la Gobernación casi todas las mujeres se desempeñan como empleadas en los comercios dentro del territorio vaticano, en los negocios de suvenires de los museos o en el surtido de supermercado pontificio.

Debido a las labores que realizan, muchas de ellas están en los niveles más bajos del escalafón laboral vaticano. La mayoría de estas empleadas se ubica en el “nivel retributivo” número cuatro, de un total de 10.

Mientras que aquellas que trabajan en la Curia Romana tienen mayor preparación y en promedio se encuentran en el nivel siete, para el cual es exigido un título de estudios superiores.

El 41 por ciento tiene estudios de nivel licenciatura y son jefas de departamento, archivistas, historiadoras y periodistas.

En varias ocasiones el Papa Francisco ha pedido más espacio para las mujeres en la Iglesia, como cuando solicitó que “se ensanchen los espacios para una presencia femenina más capilar e incisiva”, al recibir en audiencia al Centro Italiano Femenino el 25 de enero de 2014.

En su discurso dijo que se alegró “al ver a muchas mujeres compartiendo algunas responsabilidades pastorales con los sacerdotes para acompañar personas, familias y grupos, así como en la reflexión teológica”.

“Espero vivamente que estos nuevos espacios y responsabilidades que se han abierto puedan expandirse todavía más para la presencia y la actividad de las mujeres, tanto en el ámbito eclesial como en el civil y de las profesiones”, agregó el pontífice.

Algunos analistas defienden la importancia de las mujeres dentro de la Santa Sede, como la periodista Gudrun Sailer, quien colabora con la sección alemana de la Radio Vaticana y escribió dos libros sobre este tema.

“¿Unas 600 mujeres trabajan en El Vaticano? ¿Es una broma? No, es una realidad en 2015. Y ellas no son las que hacen la limpieza. Como el Papa Francisca dijo: Sufro cuando veo que, en la Iglesia, el papel de una mujer de servicio se desliza a la servidumbre”, indicó.

Sailer es una de las mujeres destacadas que el próximo domingo se reunirán en la Casina Pío IV, sede de la Pontificia Academia para las Ciencias y ubicada en el corazón de los Jardines Vaticanos, para debatir sobre la trata de personas, la salud y la educación.

Este 2015 se cumple un siglo desde que la primera mujer comenzó a trabajar en una oficina del Vaticano: Se trata de Anna Pezzoli que en 1915 fue contratada en la Florería, el organismo que se ocupa de almacenar y mantener en buen estado las decoraciones papales.

En 1929 entraron al servicio pontificio las primeras mujeres con grados académicos, algunas de ellas crearon índices de manuscritos para la Biblioteca Vaticana.

Pero solo hasta después del Concilio Vaticano II (de 1965) las mujeres tuvieron una presencia en actividades diversas y significativas dentro del Vaticano.

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