Holanda, país que participó como invitado en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), no sólo trajo a la capital colombiana libros, música, poesía, diseño, arquitectura, historia, sino que por primera vez puso a disposición de los colombianos una colorida exposición de tulipanes.Desde Holanda llegaron los bulbos que luego se introdujeron en cuartos fríos para generar la hibernación, su crecimiento para que salieran de forma progresiva las hojas, tallos y la floración, que es la fase última que apreciaron los visitantes al Jardín Botánico.
Los tulipanes, con sus espectaculares colores en medio del frío de la ciudad, sorprendieron a los visitantes en el Jardín Botánico José Celestino Mutis, que es un centro de investigación y desarrollo científico con énfasis en ecosistemas altoandinos, que contribuye a la conservación de la flora y a la sostenibilidad ambiental.
Holanda es el primer exportador mundial de tulipanes, mientras que Colombia ocupa el segundo lugar en exportación de flores, ambos países decidieron unir sus flores como otra forma de intercambio bilateral trasatlántico.
Los colores amarillo, naranja, rosado, púrpura, rojo, blanco y una gran diversidad de combinaciones impacta por su variedad en 150 especies de tulipanes, y sus innumerables híbridos conseguidos a través del mejoramiento genético.La palabra tulipán proviene del vocablo otomano que significa “turbante” por la forma que adopta la flor cuando está cerrada.
Holanda, donde se cultivan más de mil 200 variedades, produce el 80 por ciento de la producción mundial de los tulipanes.
Niños, jóvenes y ancianos reunidos en el Jardín Botánico, considerado el principal pulmón de la capital colombiana, no se resistieron a tocar las flores, que sólo se dan en zonas montañosas.
La muestra de tulipanes, abierta al público durante dos semanas, estuvo acompañada de conferencias, talleres, recorridos guiados y actos culturales para llevar a los asistentes a conocer más sobre esta flor símbolo de la cultura holandesa.
