Al caminar por el centro de esta población es posible disfrutar de la belleza arquitectónica de la Parroquia de San Jerónimo, edificada en el siglo XVI y tiene en su sacristía una excelente obra del pintor Miguel Cabrera.
En este recinto se puede admirar el trabajo de las manos de los canteros de la región y además resguarda imágenes antiguas, lienzos y retablos de santos, que forman parte del tesoro de la comunidad.
A ocho kilómetros del centro del municipio se encuentra la cascada de la Concepción, una espectacular caída de agua de 25 metros, entre espectaculares prismas basálticos decorados con musgos de colores.
Para los amantes de las aventuras extremas, el Pueblo Mágico alberga el Cerro Ñadó, que tiene una peña espectacular con una altura de tres mil 300 metros, que ponen a prueba la habilidad de los alpinistas.
Los visitantes también pueden pasar un rato agradable en el balneario municipal, ubicado en las calles Iturbide y Corregidora, un lugar ideal para nadar o refrescarse ante las altas temperaturas que se registran.
"También se encuentra el Santuario del Señor de Nenthé, a quien se le atribuyen milagros, y es por eso que durante las temporadas de sequía, los pobladores lo sacan a pasear por las calles de la comunidad para pedirle que pronto llueva".
La magia de Aculco la encontramos también en sus más de 60 talleres artesanales, donde se elaboran quesos y lácteos que, por su calidad, son distribuidos a diferentes puntos del Valle de México y en el territorio nacional.
Estos lugares son generalmente negocios familiares y de acuerdo con autoridades locales, diariamente se procesan alrededor de 150 mil litros de leche para producir de diversas clases, de buena calidad y a excelentes precios.
Además, cantera de colores blanco, cafe, gris, naranja, rosa y verde que hay en la región, son aprovechados por los artesanos del pueblo para crear: muebles, pisos, columnas, bases, macetones, estatuas, marcos y muchas figuras más que también son comercializadas.
Aculto todavía conserva sus orígenes otomíes y muchas personas usan su vestimenta tradicional, además, elaboran morrales, ayates, redes, y prendas de vestir con lana e ixtle, conservando una tradición ancestral.
La tranquilidad y la riqueza de este Pueblo Mágico lo sitúan como uno de los mejores lugares para despejar la mente, disfrutar momentos en familia y pasar un fin de semana divertido.
Para llegar a Aculco desde la Ciudad de México, quienes viajen en automóvil particular deberán tomar Periférico Norte, ingresar a la autopista México-Querétaro y en el kilómetro 115 desviarse hacia El Rosal y Arrollo Zarco.