Hijos de mexicanos repatriados aprenden con juegos

31 de Agosto de 2017
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México, 31 Ago (Notimex).- El bullying escolar no es un juego, pero las y los hijos de mexicanos repatriados de los Estados Unidos aprenden, en un taller dinámico; es decir jugando, a enfrentar el acoso escolar por no saber hablar correctamente el español o bien, por combinarlo con el inglés en sus clases diarias.

La terapeuta de lenguaje-aprendizaje, Laura Munguía, explica que si bien no hay cifras oficiales sobre el número de niños binacionales y bilingües que son acosados en los centros escolares y comerciales e incluso, en el transporte público por hablar inglés o no entender o escribir bien el español, sí es urgente detener esta práctica.

Munguía Santa Anna fundó hace más de tres décadas “Boc Hablo”, organización a través de la cual creó una herramienta didáctica denominada Ortográfic-color que hace más fácil aprender el español y que es resultado de su trabajar con personas con hipoacusia, que no saben leer ni escribir, así como con extranjeros.

Sin embargo, a raíz del endurecimiento de la política migratoria en la administración del presidente Donald Trump y al tener contacto con “New Comienzos”, organización que fundó Israel Concha -un mexicano repatriado del vecino país del norte en 2012-, utiliza ésta herramienta para apoyar a los migrantes y a los hijos de éstos a hablar y escribir correctamente el español.

New Comienzos otorga a su vez, orientación legal, administrativa, apoyo psicológico y laboral a dreamers, personas bilingües, repatriados y sus familias e hijos.

En este contexto y ante la preocupación de los padres o tutores de los menores migrantes por el acoso escolar de que eran objetos los niños bilingües y binacionales, surgió la idea de realizar un taller dinámico.

"La fuerza del lenguaje ante el bullying en niños binacionales", es un taller mediante el cual se busca otorgar a la niñez mayor seguridad en el idioma español, así como apoyo vivencial ante el acoso escolar, explicó la terapetura.

Detalló que Ortográfic-color, “es una herramienta dinámica que hace más fácil el lenguaje del español, pues como tal, juega con colores agrupando las letras. Está basada en la fonética que significan los sonidos y las letras”, explicó a Notimex.

Entrevistada en su consultorio de la Colonia del Valle, detalló que ese método también se puede utilizar con una pizarra interactiva denominada “Pepe Pizarra´”, que puede descargarse en un celular o iPad, lo que permite “conocer lo rico de la escritura de nuestro idioma”.

El objetivo es, a través del juego, “abrir el canal auditivo por medio de secuencias vocálicas dictadas en la aplicación, esto es, con la aplicación se pueden escribir mensajes con letras que guardan similitud fonética”. Así, “los niños leerán en voz alta acciones escritas en la pizarra para irlas ejecutando según se indique”.

Con diferentes materiales, se aprende para saber cómo se enriquece la fonética del idioma español y cómo mediante la aplicación, se pueden enviar mensajes, tomar dictados de palabras y hacer juegos al ejecutar órdenes escritas.

Al término del taller, los menores e incluso, sus padres o tutores obtienen un mayor conocimiento del idioma español, que deberán “pulir” día a día pero que les permite adquirir seguridad, añadió Laura Munguía.

Además, logran identificar que el ser bilingües y binacionales lejos de representar una desventaja, los fortalece para ser ellos quienes ayuden a otros menores a manejar ese segundo idioma de una manera más natural en horas de recreo y otros espacios.

Durante el Taller realizado el fin de semana, Laura representó a dos personajes de manera simultánea cambiando solamente los accesorios, lo que logró captar la atención de la veintena de niñas y niños que se dieron cita en el taller.

Con ello se busca “dejar claro a los menores que a pesar de que puedan ser objeto de bullying porque no saben hablar bien el español, porque les rompen sus útiles escolares o les esconden o aplastan su lunch, lejos de llorar, deben aprender a manejar sus emociones y esa situación a través de una cultura de paz”.

Además, “se les hace hincapié en que siempre algo que les pase (en la escuela o en otro lugar), deben platicarlo con algún familiar en lugar de quedarse callados; que traten de hacer amigos (…) que no se sientan mal cuando son acosados y que si un menor les aplastó su lunch, lejos de pelearse, al día siguiente, le regalen un desayuno, para ver su expresión y con ello, desarmarlo”.

Pero la tarea de Munguía va más allá, también atiende a personas con problemas de lenguaje a nivel orgánico o funcional, dislalias-disartias, déficit de atención, con hipoacusia, autismo, afasia, Alzheimer, tartamudez, Síndrome de Down y analfabetismo, entre otros.

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