El germoplasma almacenado sirve para desarrollar investigaciones fundamentales relacionadas con un cultivo emblemático en la península de Yucatán.
La investigadora de la Unidad de Bioquímica y Biología Molecular de Plantas del CICY, Nancy Santana Buzzy, explicó en entrevista que a lo largo de estas dos décadas se han obtenido 10 variedades y 10 híbridos de chile habanero, los cuales conservan los atributos del chile habanero de la Península de Yucatán (aroma, sabor y picor).
Además, llenan las expectativas de los diferentes mercados que tiene este producto, por sus altos rendimientos, variedad de colores (naranja, rojo, amarillo y morado), y la diversidad de formas y tamaños.
“El desarrollo de la agricultura depende en gran medida del empleo de variedades sobresalientes y el germoplasma es la base del mejoramiento genético de los cultivos”, apuntó.
Explicó que a partir del trabajo sistemático con este reservorio genético de Capsicum chinense se ha realizado el mejoramiento del chile habanero, tanto por selección como por cruzamiento, lo que ha permitido generar no solo nuevas variedades, sino también híbridos F1.
En estos híbridos se conservan las características del habanero criollo pero se incorporan otros caracteres que resultan de interés agronómico, como es el rendimiento y la tolerancia a estrés. El grupo ha desarrollado además, estrategias para proteger y conservar la identidad de los nuevos materiales genéticos.
La científica del CICY también destacó que dentro de este programa de investigación en chile habanero se han graduado en el grupo más de 20 estudiantes de posgrado y un número superior de estudiantes de licenciatura.