Con baile masivo y fuegos artificiales culmina primer Lunes del Cerro

Oaxaca, 26 Jul (Notimex).- La Guelaguetza, celebración que hermana a los pueblos indígenas del estado, concluyó su primer Lunes del Cerro con un baile masivo donde las 15 delegaciones participantes en la edición vespertina, al ritmo de la música de banda, demostraron la calidez y alegría de la región.

Bailando e intercambiando miradas entre si, los participantes se reunieron en el escenario para mostrar un poco más de sus danzas tradicionales bajo un cielo oaxaqueño que se pintó de colores gracias a los fuegos artificiales.

Desde muy temprano las personas se dieron cita en el auditorio localizado en lo alto del cerro del Fortín para poder disfrutar el zapateado, alegría y esencia de las 26 delegaciones que conformaron el programa.

La diosa centeolt, Leticia María Reyes Salinas, fue la encargada de brindar una cálido recibimiento a los asistentes al exclamar ¡Bienvenidos a mi tierra, bienvenidos a Oaxaca!.

A continuación la delegación de la chinas oaxaqueñas de Casilda Flores inició el convite acompañado de sus tradicionales marmotas, (globo gigantes de carrizo) y sus monos de candela quienes parecían cobrar vida al ritmo de la música.

Le siguieron las presentaciones de las comunidades de Santa María Huatulco, Santiago Llano Grande quienes ataviados con ropa negra y una máscara, asombraron al público con la Danza de los Diablos.

Además, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Huautla de Jiménez, Tlacolula de Matamoros, El Espinal, San Pedro y San Pablo Ayutla Mixe y San Juan Bautista Tuxtepec, dieron muestra de sus bailes típicos.

Por su parte, Villa de Zaachila asombro a los presentes con su llamativa Danza de la Pluma la cual generó admiración por sus espectaculares penachos elaborados con plumas de guajolote y donde el baile es una danza que data de la época de la conquista española.

Otras delegaciones participantes en la presentación matutina fueron Huajuapan de León, Unión Hidalgo y Santiago Pinotepa Nacional quien mostró sus sones, juegos y chilenas locales.

Durante la edición vespertina que inició a las 17:00 horas y se prolongó hasta pasadas las 21:00 horas, la gente se mantuvo en todo momento en un ambiente de júbilo y emoción, ya que nunca dejaron de aplaudir y sonreir.

La algarabía que provocaba la ofrenda que entregaban las comunidades al terminar su baile se convirtieron en los momentos donde las personas simplemente disfrutaban y gozaban con la adrenalina a flor de piel que provocaba el tratar de atrapar alguno de estos productos que iba desde pan a hojas de epazote y muñecos de trapo.

Con atuendos de arrieros la comunidad de Santiago Juxtlahuaca bailó la Danza de los Rubios, la cual representa un grupo de arrieros con el ganado cuando no había vías de comunicación en la zona Mixteca, así lo señaló el danzante Luis Arturo, en entrevista con Notimex.

"Es una emoción muy grande para nosotros y para el público, queremos demostrarle al mundo la cultura de Oaxaca"

Explicó que su vestuario, llamativo por las máscaras labradas en madera de sabino y realizadas por los artesanos del pueblo, está constituido por sombrero costeño de cuatro pedrada, una capulina de piel de venado y unas espuelas de Puebla.

Por su parte, el recibimiento de los novios de la comunidad de Huautla de Jiménez, fue aplaudido por los presentes ya que esta danza forma parte de uno de los eventos más importantes de las comunidades, la boda.

Los novios son recibidos por un grupo de personas mayores quienes portando sus trajes tradicionales reciben a los novios en un ambiente de sones.

Para Camerina, de 60 años, este baile es un reflejo de su cultura "es un baile muy sagrado para nosotros y aunque es la segunda vez que participo en la Guelaguetza estoy emocionada y nerviosa a la vez".

Asimismo, también participaron las delegaciones de Miahuatlán de Porfirio Díaz, San Juan Bautista Tuxtepec, San Andrés Huaxpaltepec, Huajuapan de León, San Miguel Villa Sola de Vega, San Blas Atempa, San Juan Cacahuatepec y Santiago Pinotepa Nacional.

Pasadas las 21:00 horas la gente comenzó salir del recinto contagiadas por el folclor y la alegría de estas comunidades indígenas que mostraron como cada año la diversidad cultura y el lazo de hermandad que las unen, el orgullo de ser oaxaqueños.