El mandatario salió de sus oficinas de Palacio Nacional y en punto de las 7:19 horas, hora en que se percibió el movimiento telúrico en la capital del país, hace 32 años, izó la Bandera monumental del Zócalo capitalino a media asta, en señal de luto por la pérdida de vidas.Luego del izamiento de la Bandera, el jefe del Ejecutivo federal recibió los honores correspondientes y la Banda de Guerra interpretó el toque de silencio, para después culminar con el Himno Nacional.
Al término del acto, Peña Nieto agradeció a las Fuerzas Armadas el apoyo que prestan a las personas afectadas en Chiapas y Oaxaca, por el sismo de 8.2 grados Richter del pasado 7 de septiembre.En la ceremonia estuvo acompañado por los secretarios de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong; de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos; Marina, Vidal Francisco Soberón, y el jefe del Estado Mayor Presidencial, Francisco Miranda.
Asimismo, por el el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República; Francisco Guzmán Ortiz; el coordinador general de Protección Civil, Luis Felipe Puente, y el comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia.Conmemora la Cruz Roja Mexicana el 32 aniversario del sismo del 85
Con un minuto de silencio a las 07:18 horas en punto, el sonar del timbre de alerta un minuto después y, posteriormente, el recorrido de 12 ambulancias con 24 voluntarios, se recordó hoy en la Cruz Roja Mexicana, el 32 aniversario de los sismos de 1985.
Con la sirena encendida, las ambulancias -como cada año- realizaron un recorrido alrededor del Hospital Central de esta institución.
Con esto, se simula la salida de las ambulancias el 19 de septiembre de 1985, cuando se registró un sismo de 8.1 grados en la escala de Richter, para auxiliar a los heridos de la zona Centro, la Condesa, la Roma y Tlatelolco, entre otras, que fueron severamente afectadas.En entrevista, el jefe de Control de Radio del turno vespertino, Heriberto Escalera Arista, recordó que como el sismo fue en la mañana, él todavía estaba en su casa.
Al salir, observó la devastación y empezó a ayudar en el rescate. Cuando se le pregunta sobre sus recuerdos de esa fecha, intenta articular palabras, pero sus ojos luchan por no dejar salir las lágrimas.Ahora, afortunadamente, dijo, la ciudadanía está más preparada para responder a este tipo de emergencias y una prueba de ello es la solidaridad de la población hacia los damnificados de Oaxaca y Chiapas por el sismo del pasado 7 de septiembre.
En tanto que uno de los jefes de Guardia, Saúl Escobedo, relató que en cuanto pasó el temblor, empezaron a recibir llamadas de auxilio, sobre todo de las colonias de la delegación Cuauhtémoc."Trabajamos durante días y sólo descansábamos tres o cuatro horas para seguir apoyando a la población, acudíamos a todas las llamas de auxilio", subrayó.