Expo Brujas 2017 busca desmitificar a quienes ejercen esa actividad

20 de Abril de 2017
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México, 20 Abr (Notimex).- La brujería no es más que un conjunto de diversas religiones que utilizan una gran variedad de rituales; está relacionada con prácticas malignas, sin embargo, las perspectivas de ésta cambian desde un punto de vista antropológico, aunado a que, conocer los elementos que la componen y su historia a lo largo del tiempo permiten un abordaje crítico, ajeno a la especulación y la ignorancia.

En ese sentido, el curador de Expo Brujas 2017, que inicia este jueves en el Centro Cultural Benemérito de las Américas, en la delegación Coyoacán, Cutberto Enríquez, detalló que la brujería se define como una serie de creencias para “actuar sobre la realidad por medio de acciones, creencias y medios no causales para producir una acción o efecto concreto de la realidad con una lógica no lineal”.

El también arqueólogo explicó a Notimex que la colección completa consiste en unas 400 piezas; sin embargo, para esta primera edición, por cuestiones de espacio, sólo se podrán observar unos 160 objetos relacionados con las mal llamadas prácticas de brujería.

En ese sentido, explicó que el fenómeno de la brujería no es más que el conjunto de religiones conocidas como paganas, heréticas y sincréticas, “en realidad la historia de la brujería es la historia de la religión humana; estamos hablando que estas prácticas se realizan desde la prehistoria, aunado a que existen registros de su uso en la antigua Grecia, y el chamanismo desde los siberianos hasta los centroamericanos”.

La exposición, que inicia este 20 de abril y concluye el 30 de mayo próximo, pretende acercar a los visitantes a temas y objetos relacionados con estas prácticas; así, se podrán apreciar obras que datan de la prehistoria, el mundo antiguo, magia afroamericana, chamanismo, adivinación y alquimia, caza de brujas e Inquisición, la magia en el siglo XIX hasta nuestros días.

Así, se pueden observar objetos relacionados con estas prácticas desde la prehistoria, el mundo antiguo con Grecia, Roma y Egipto; en Centroamérica con las mal llamadas prácticas de Santería, así como el vudú y el chamanismo, cuyas prácticas se desarrollan desde Siberia hasta América.

Entre algunos de los objetos que se pueden encontrar en esta exhibición destacan diversos amuletos, una reproducción de estudios alquimistas, las diferentes formas del tarot, así como temas relacionados con la Inquisición y los períodos de cacería de brujas.

Uno de los objetivos que persigue esta exposición es esclarecer que estas prácticas no difieren de aquellas que realizan las instituciones religiosas bien establecidas, en opinión del antropólogo, los rituales, son celebrados tanto por las instituciones formales como por los mal llamados practicantes de brujería.

La colección, que en su mayoría contiene elementos de los diferentes tipos de rituales y ceremonias que se utilizan en el mundo, busca aportar información que desmitifique el mundo de la magia.

La puesta en marcha de esta exhibición, dijo Enríquez, responde a que de acuerdo con recientes estudios publicados por instancias como el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), arrojan la tendencia de los mexicanos por confiar en prácticas de ese tipo.

La exposición, que se realiza de manera independiente por el antropólogo, busca llevar a cabo de manera itinerante y, en el mediano plazo, aportar no solamente una exposición, sino ofrecer una serie de conferencias, obras de teatro y ciclos de cine enfocados en este tema.



“Muchas veces la gente escucha la palabra brujería y la relaciona con el diablo, pero no es más que el conjunto de muchas religiones”, enfatizó.




Este tema, añadió, tiene una gran importancia y cercanía para los mexicanos; al respecto, detalló el caso de la Santa Muerte, cuyos adeptos se han expandido a lo largo del mundo; incluso, ejemplificó una capilla para esa deidad en Canadá en un barrio completamente anglosajón.

Abundó que el segmento del turismo religioso específico para los seguidores de estas prácticas está un tanto desaprovechado y podría representar importantes derramas económicas, en ese sentido refirió a Jesús Malverde y la Santa Muerte, cuyos adeptos realizan peregrinaciones para visitarlos.

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