Sector industrial llama a aprovechar potencial económico del país

04 de Octubre de 2015
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México, 4 Oct (Notimex).- México tiene un potencial que puede y debe aprovecharse íntegramente, pero es preciso “renovar las bases de nuestro desarrollo” y reactivar el impulso modernizador de la economía con auténtico compromiso y visión de largo plazo, consideró el sector industrial.

La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) instó a definir a la brevedad una estrategia integral para el desarrollo industrial del país, pues el sector genera la mayor parte del empleo formal, una oferta exportable competitiva internacionalmente y promueve el desarrollo regional con eficiencia y rapidez.

En su publicación mensual “Radiografía de la economía y la industria mexicana”, subraya que en lo inmediato es preciso identificar y aplicar aquellas herramientas que incentiven la inversión productiva, la modernización tecnológica, la innovación y la productividad.

Estima que los estímulos, como deducción inmediata de inversiones prevista en el presupuesto 2016, pueden convertirse en auténticos pistones de la reactivación “si facilitamos su aprovechamiento a la totalidad de las pequeñas y medianas empresas, reconociendo que ellas representan la mayor fuente de progreso y creación de empleos”.

El organismo apunta que en el agro, la industria, el comercio y los servicios, existen ejemplos de talento empresarial, compromiso laboral, productividad y competitividad entre empresas grandes, medianas y pequeñas en todo el país.

Destaca que en las últimas décadas la estabilidad macroeconómica ha sido el objetivo central de las políticas públicas y el resultado está a la vista, pues México forma parte de los países con mejores resultados en el control de la inflación y las finanzas públicas.

Señaló que la autonomía del Banco de México, lo mismo que el manejo responsable de las tasas de interés, fortalecen la estabilidad lograda, pero el crecimiento dinámico de la inversión, el empleo y la generación de riqueza, sigue siendo la principal asignatura pendiente en la materia.

Refiere que las cifras más recientes del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) y del sector industrial apuntan en el mismo sentido, que en la segunda mitad del año la economía mexicana pierde dinamismo.

Indica que en julio y con base en cifras originales, el IGAE creció 2.0 por ciento anual, cifra menor a la reportada en junio (3.2 por ciento); el sector industrial avanzó a un ritmo de 0.7 por ciento, equivalente a la mitad del reportado en el mes previo (1.3 por ciento).

Por su parte, el sector agropecuario cerró julio con nulo avance en su actividad y el sector servicios reportó un crecimiento de 2.1 por ciento, que resultó menor al incremento de 2.7 por ciento de junio pasado.

“La desaceleración marca la pauta de la actividad económica en la segunda mitad del año, pese al crecimiento de las ventas del sector comercio”, señala la Concamin.

Comenta que se tiene un país de contrastes que avanza a velocidades distintas a escala regional y sectorial, así como una planta productiva diversificada y con capacidad para impulsar un crecimiento económico dinámico, duradero e incluyente.

Por ello, “no podemos ni debemos conformarnos con una economía estable, pero de avance lento en la generación de riqueza; es preciso renovar las bases de nuestro desarrollo”.

De ello depende reducir las brechas regionales, crear un piso parejo para la competitividad, aprovechar la capacidad de crecimiento, reducir la pobreza e impulsar la modernización integral de la planta productiva, subrayó.

“Es preciso profundizar la modernización del andamiaje económico del país para promover la competitividad general de la planta productiva”, acota el organismo industrial.

Estima que los ajustes estructurales realizados en los sectores telecomunicaciones, energético, financiero, laboral y educativo, entre otros, mejorarán la oferta de bienes y servicios en favor de las familias, los consumidores y las empresas y ampliarán las oportunidades para el desarrollo de regiones, sectores y empresas.

No obstante, afirma, no son ni serán suficientes “si nos ocupamos únicamente de velar por la estabilidad macroeconómica y la eficaz instrumentación de las reformas económicas”.

Ambas tareas son importantes para el desarrollo, pero deben complementarse con acciones que atiendan los problemas y necesidades de modernización y competitividad, presentes en las actividades agropecuaria e industrial, pues en estas se amplía la polarización entre modernización y rezago, advierte.

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