A ocho días de las elecciones, pareciera que todo es miel sobre hojuelas. La economía internacional, los empresarios, le sonríen a las finanzas mexicanas dando el voto de confianza a López Obrador. El peso tan solo cerró la semana con alza de 4.36% su mayor apreciación desde 2011.
Sin embargo, los mensajes son muy claros. Miembros del Consejo Mexicano de Negocios aparecen en un vídeo, un día después de la reunión que sostuvo el virtual ganador con integrantes del Consejo Coordinador Empresarial, bajo ese medio, manifiestan su interés de seguir invirtiendo en México, reconociendo y respetando el voto de los ciudadanos.
“Todos queremos que al nuevo gobierno le vaya bien, porque queremos que a México le vaya muy bien. Ganó nuestra democracia”, aseveraba el presidente de FEMSA, José Antonio Fernández Carbajal.
El CEO de Grupo Bimbo, Daniel Servitje, hablaba de la gran lección que tuvimos los mexicanos. “Será la tercera ocasión en que habrá un cambio de partido gobernante y México ya decidió, cuyo principal mensaje es que el país quiere vivir en paz”.
Y así uno a uno, han realizado su pronunciamiento, coincidiendo en que lo mejor para México es trabajar en unidad y hacer que el país alcance su verdadero potencial, sin dejar de lado muy puntualmente su rotundo rechazo a la corrupción y a la inseguridad, y su derecho a exigirle al nuevo gobierno electo un trabajo eficiente, honesto y a la altura de los tiempos que vive y demanda la nación.
López Obrador sabe el reto que tiene. En una semana y con el apoyo de su principal equipo ya se ha visto envuelto en situaciones polémicas en las que tendrá la oportunidad de reflexionar y re-direccionar, si es que como dice, quiere pasar a la historia como el mejor Presidente de México.
Las expectativas son muy altas y el anhelo general de los mexicanos en relación a un mejor rumbo y calidad de vida, pesa en esta coyuntura en la que la incertidumbre aprieta y en la que el reloj y la historia le están dando la oportunidad a AMLO de recapitular y no caer en los mismos errores del pasado.
Falta mucho trabajo, mucha unidad. La reparación de un tejido social será uno de los retos principales, pero sobre todo la tolerancia, ante una sociedad que ya ha decidido no volver a callar y luchar por alcanzar una mejor calidad de vida a servicio de todos y cada uno.
Esto apenas comienza, los mercados financieros y las calificadoras internacionales pueden variar de un segundo a otro, en relación a que las políticas económicas, en particular la fiscal, se conduzcan de manera prudente e inteligente.
En los próximos días la economía mexicana podría continuar su buena racha, o volver a sentir otro revés, pues todos los ojos estarán puestos en la reunión entre el Secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, la Cancillería Mexicana y Andrés Manuel López Obrador.
La moneda está en el aire, y a los ciudadanos nos corresponde estar pendientes y participar desde la trinchera de cada uno, pero ante todo, desde la unidad. Unidad que hoy nos lleva a ser ejemplo mundial, de que todo es posible, cuando la civilidad y el bien común son la bandera de una nación dispuesta a trascender y no volverse a arrodillar.
