La época navideña y su gran espíritu de solidaridad, no deja a nadie fuera, hasta el más GRINCH es contagiado y revertido de alguna manera. Entre posadas, regalos, cantos, algarabía y las comidas más exquisitas, las buenas vibras se vuelven protagonistas. Los rencores se disminuyen, y se es capaz de perdonar y ayudar de una forma tan mágica que no puede pasar desapercibida.
El historiador burgalés Francisco José Gómez, señala que no es coincidencia que el 25 de diciembre de 1914, en plena guerra mundial, soldados de ambos bandos, contagiados por el ESPÍRITU NAVIDEÑO, decidieron no combatir, intercambiando saludos y muestras de afecto con su enemigo.
Y entonces, ¿por qué no conservar todo el año la magia del espíritu navideño?
Se imaginan lo que podríamos lograr si en cada proyecto, trabajo, negocio, estudio, amistad, noviazgo, etc., estuviera presente ese toque tan especial del mes de diciembre; segura estoy que serían cosas mucho más extraordinarias de las que ya logramos a diario.
Cuando hacemos las cosas contentos, apasionados y radiantes de las mejores energías positivas, no hay duda de que encontraremos resultados muy buenos, incluso, más allá de nuestras propias expectativas.
Así que hoy querido lector, quiero invitarte a que realices una lista de todas las emociones que te da esta época, pero sobre todo de todas aquellas cosas extraordinarias que te suceden cuando tu enfoque sólo está en hacer las cosas con –AMOR- y que sean tu fuente de inspiración, en diciembre, enero, febrero, y todo el resto del año.
El amor es ver bonitas a las personas y a todas las cosas, y TODOS tenemos ese sentimiento oculto en el corazón. Es siempre el mismo sentimiento, pero se expresa y se necesita de diferentes formas según la edad, el tiempo, las costumbres, las circunstancias y mil cosas más.
No conozco al día de hoy un EMPRENDEDOR EXITOSO que no haya hecho las cosas con inspiración, amor y lleno de pasión. Y si le agregamos esa dosis de buenos sentimientos que nos permitan abrir un dialogo armónico, con planeación afectiva y objetivos claros invadidos del bien común, nuestro resultado será una GRAN ESTRATEGIA con resultados impresionantes.
Ya lo dijo Jean Petit-Senn: “no lo que tenemos, sino lo que disfrutamos, constituye nuestra abundancia”. Entonces que les parece si desde este momento ofrecemos nuestra mejor cara y hacemos nuestro mejor trabajo, en la mayoría de las veces que sea posible, en todo lo que emprendamos.
Sea poco o mucho somos afortunados por lo que tenemos, por lo que somos, y eso siempre hay que agradecerlo y fortalecerlo.
Así que en tu próximo reto profesional o personal no olvides llevar contigo esa lista tan especial que nos da el ESPÍRITU NAVIDEÑO y que podemos trasladar los 365 días del año, las 24 horas del día, en busca de mejores resultados.
“Si me ven, si me ven, voy camino de Belén”… Felices fiestas e infinitas gracias por su lectura.