El objetivo es erradicar el mal uso que algunas personas le dan al servicio, lo que significa un importante detrimento de recursos económicos y humanos, que pudieran utilizarse en una emergencia real.
Esta propuesta busca modificar el Código Penal del Estado de Querétaro, reformando el artículo 229 Ter y añadiendo el 229 Quáter para penalizar a las personas que hagan llamadas de broma a los números de emergencia.
Las penas podrían ser de dos a seis meses de prisión o de 50 a 300 UMAS; es decir entre 3 mil 650 hasta 21 mil 900 pesos, en caso de adultos, mientras si un menor de edad comete el delito se le podría imponer una multa a sus padres que va desde los 50 UMAS, hasta los 200, es decir hasta 14 mil 600 pesos.
Para las personas que presten su teléfono para esta acción a sabiendas que será para hacer una llamada de broma, se les impondrán las mismas penas que al autor de la broma, además de que a los reincidentes se le pudiera incluso duplicar el castigo.
“Si el delito contra los servicios de emergencia provocan como consecuencia algún accidente o algún daño personal o material, se impondrá de cinco meses a dos años de cárcel o multa de 500 a 1000 UMAS, que equivalen de $36 mil 500 a $73 mil; y en caso de reincidencia, se le impondrá hasta el doble de las sanciones establecidas”.
Finalmente explicó que cuando una persona hace una llamada de broma o un reporte de hechos falsos, no sólo se desperdician importantes recursos públicos, sino que se pone en riesgo la vida de otras personas que verdaderamente enfrentan una emergencia .
Sobre todo cuando se llegan a movilizar los servicios de emergencia, se provoca una pérdida todavía mayor y por estos motivos es que se deben de imponer sanciones a quienes tomen estas llamadas a juego.