Y es que advirtió que las condiciones de inseguridad no son las mismas en cada uno de los estados y municipios, por lo que se abre la posibilidad de legislar por una Policía Metropolitana, que atienda a los municipios de Corregidora, El Marqués y la Capital del Estado.
Mientras que subrayó que el tema de Mando Único en el País, es una opción que se está analizado por los legisladores, ya que existen zonas en la entidad que requieren mayor atención que otras, por lo que centralizar a la policía no se justificaría.
Explicó que las necesidades de las zonas metropolitanas son diferentes a las que se tienen en los municipios de la Sierra, por lo que especialmente se está analizando la descentralización de algunos municipios, sin embargo el tema del mando único también se encuentra en la mesa de trabajo, ya que es una iniciativa que se desprende de la federación.
“Lo que nosotros haríamos es darle al gobierno las herramientas jurídicas, a través de reformas integrales, para que ellos puedan llevar a cabo todo este trabajo en el campo”, precisó.
El diputado por el IX Distrito de San Juan del Río, admitió que este tema está siendo impulsado por el Gobierno del Estado, la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la Procuraduría General de Justicia, el Poder Judicial y los legisladores estatales.
Destacó que será entre marzo y junio, cuando se trabaje en el Congreso con más fuerza, para que al final del semestre se afinen las reformas en el pleno de la legislatura y posteriormente hacer las leyes.
“Es un paquete, que lo ha encabezado principalmente el gobernador, que lo está trabajando la secretaría de gobierno, con el maestro Juan Martín Granados, no hemos querido sacar nuestra propia agenda legislativa debido a que vamos a hacer un trabajo en común con el gobierno del estado, a través de estos dos poderes”.
Cabrera Valencia, agregó que la descentralización en la capital es justificada, por lo que la Reforma tendrá que ver con la creación de una Policía Metropolitana que es viable, debido a la densidad de población, a efecto de simplificar el manejo de recursos, para que a corto, mediano y largo plazo, Querétaro sea seguro para las familias queretanas.
“Se justifica, porque por ejemplo los C4 de comando de control y coordinación, están en Corregidora, la capital y policía estatal, y una llamada de emergencia la atienden los C4 y no hay coordinación, para eso serviría una policía metropolitana”, explicó.
Cabrera Valencia reiteró que en caso de que el mando único se determine a nivel nacional, todas las entidades federativas tendrían que homologar sus leyes, sin embargo admitió que la mejor factibilidad es la mixtura, ya que cada Estado cuenta con situaciones de inseguridad diferentes.
“Se ha hablado si dejamos preservar las policías municipales, como están, o de alguna manera el de la mixtura, es decir que haya trajes a la medida, mandos únicos o policías descentralizadas en zonas metropolitanas, pudiéramos verlas en Querétaro”.
Aseguró que este paquete de seguridad tiene que ver con la Procuración de la Justicia, por lo que indicó que vienen reformas importantes a varios reordenamientos y códigos de leyes estatales, así como en materia de administración, que tiene que ver con reforzar las facultades y atribuciones que tienen las fiscalías y robustecer el trabajo de los diferentes órganos jurisdiccionales.
El diputado reconoció las acciones de cada gobierno municipal para fortalecer las corporaciones policíacas, como generar mejores condiciones de trabajo para los policías, los temas de seguridad social, prestaciones y sueldos.
“El rediseño de las policías, como el de la policía estatal, la fiscalía, el poder judicial y una vez echo esto, complementarlo con el área de desarrollo social que vincularía todas las demás secretarías, para poder determinar zonas y en estos lugares altamente conflictivas, entre la cultura, deporte y obra pública, transformar una comunidad mediante el trabajo dinámico del gobierno”, agregó.
Sin embargo apuntó que el tema de prevención del delito es un tema de políticas públicas o programas de gobierno, que deben ir encaminados a las zonas marginadas o a las zonas de mayor necesidad de seguridad, que tienen más índices de criminalidad y de esta manera poder aportar a la reconstrucción del tejido social.