Tequisquiapan de luto por explosión de pirotecnia: Muerte y dolor

Martín García
Periodista
11 de Diciembre de 2018
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Tequisquiapan, 11 Dic 2018.- Los cantos y rezos a la Santísima Virgen de Guadalupe, que se realizaban en la comunidad de Fuentezuelas, se ensombrecieron la mañana de hoy ante la explosión en cadena de más de mil 500 cohetones apilados a la entrada de una capilla y que estallaron en medio de más de 200 personas, entre niños, mujeres y adultos.
En el fatal accidente murieron hasta el momento cinco personas, entre las que se contabilizan dos niños y resultaron lesionadas por lo menos 55 que en primera instancia fueron auxiliadas por los propios lugareños y posteriormente por los servicios de emergencia.

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La fuerte explosión que se registró alrededor de las 06:15 horas de la mañana, cimbró la parte aledaña a la Capilla donde se realizaban los rezos previos a los festejos de Aniversario a la Virgen de Guadalupe.



Para auxiliar a las víctimas, acudieron decenas de personas de los servicios de emergencia, Cruz Roja, Bomberos, Policía Municipal, Policía Estatal y Ejército Mexicano.

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Debido a la explosión que se registró, los cristales de la Capilla y las casas aledañas se rompieron, lo que también causó alarma en los vecinos, que al darse cuenta de lo que había sucedido, se prestaron a auxiliar a las víctimas.



Para el rescate de los lesionados participaron los servicios de emergencia de El Marqués, Querétaro a través de la Coordinación Estatal de Protección, Cruz Roja de San Juan del Río, y sus homólogas de los municipio de Colón, San Juan del Río y Tequisquiapan.

Los lesionados en su mayoría graves por lesiones y quemaduras en distintas partes del cuerpo, fueron trasladados a hospitales de Tequisquiapan, San Juan del Río y Querétaro.



Se dijo que el gobernador del Estado Francisco Domínguez Servién, apenas se enteró de la tragedia, instruyó el uso del helicóptero ambulancia y de todos los recursos humanos de los servicios de emergencia para auxiliar a las víctimas.

En el municipio de Tequisquiapan, el alcalde Antonio Mejía Lira, luego de recorrer la zona, en conferencia de prensa decretó la prohibición del uso de artefactos explosivos en todas las festividades a la Virgen de Guadalupe y de fin de año, en un acto de luto y solidaridad a las familias afectadas.

Dijo además que su gobierno dispondrá de todo el apoyo humano y económico que se requiera, para atender a las víctimas de este que consideró un lamentable accidente.



Así mismo explicó que una funeraria del municipio en un acto de solidaridad, ya había ofrecido los ataúdes para las personas que fallecieron, además de que el gobernador del Estado Francisco Domínguez Servién, también le llamó para ofrecer el apoyo que se necesitara para atender a las víctimas.

En el Hospital General de San Juan del Río, las autoridades médicas suspendieron todas las consultas a los pacientes y destinaron todo el recurso humano para atender a los lesionados, víctimas de este dramático accidente ocurrido a los fieles católicos de Fuentezuelas.



En el lugar de los hechos, el párroco de la localidad, explicó que al momento de la explosión se realizaba una aglomeración de alrededor de 200 personas fieles católicos, entre mujeres, niños y hombres, que llegaban a la Capilla para iniciaron los rezos previos a los festejos a la Virgen de Guadalupe.

Destacó que todos los lesionados eran fieles católicos que como cada año realizan diversos eventos religiosos para celebrar a la Santísima Virgen, sin embargo como es tradición, todos van acompañados con la quema de artefactos explosivos, que en esta ocasión en un descuido se convirtieron en tragedia.



En las calles de la comunidad de Fuentezuelas, se respiraba un ambiente de silencio, tristeza, dolor y llanto, de decenas de familias, que perdieron a sus seres queridos y en muchos de los casos con reportes de salud graves.

Los cuerpos de tres de las víctimas quedaron tendidos en la entrada de la capilla, mientras que en otro lugar se podían apreciar algunas partes humanas. Los familiares de las personas acaecidas no podían contener el dolor y el llanto, lo que se convirtió en luto total en la comunidad y el municipio.