Con apenas 20 años, Olivia Barrow, es una joven que se encuentra de intercambio y da clases de inglés, sin embargo pese a su edad asegura que ningún postre le ha quedado bien, y en esta ocasión elaborar pan de muerto de forma artesanal, para ella ha sido como un milagro.“Fue un poco difícil, pero es un milagro, siempre se me queman los postres; y en esta ocasión me gustó mucho y el maestro fue muy amable; ya había probado el pulque solo, pero el sabor no me gustó y en el pan, no sabe, queda muy rico”, explicó.
Además, de que al regresar a Europa, planea compartir su experiencia con su familia, y de esta manera llevar consigo parte del gran afecto que a lo largo de este tiempo ha percibido de las personas en México, a las que se refiere como una gran familia.
“A mi abuela le gusta cocinar, entonces creo que voy a compartir la receta con ella aunque no tenemos pulque en Inglaterra”, agregó entre risas Olivia.
Por su parte, Justine Amevet, quien da clases de Francés, reconoce que nunca había tomado ningún curso de cocina o panadería, y disfrutó mucho el poder participar en el taller de elaboración de Pan de Muerto, además refiere que ya se encuentran preparadas para vivir en carne propia la fiesta del día de muertos en México, ya que es una tradición única en el mundo entero.
“Llevo un mes aquí y me gusta mucho la comida, sobre todo la gente que es muy alegre y amable; en cuanto a las fiesta del día de muertos quiero ir a Janitzio con algunos amigos”, dijo.
Finalmente y luego de unos 30 minutos en el horno, las alumnas del taller se deleitaron de la receta del maestro José Enrique Moreno Reséndiz, que en esta ocasión consistió en piezas de pan de pulque estilo Tolimán, que lleva un toque de canela y los cuales eligieron cubrir con mantequilla y azúcar.
