Aunque existen espacios para el desarrollo de vivienda en la zona oriente, consideró que el principal problema es que las vialidades están saturadas por lo que también deben generarse soluciones para la movilidad.
Refirió que en los estudios hechos por la Secretaría de Desarrollo Sustentable, se estableció que las nuevas zonas para el desarrollo de fraccionamientos deben orientarse en las colindancias con Tequisquiapan.
“Ya no estamos en condiciones de mantener crecimiento poblacional hacia la zona oriente porque los servicios están saturados, además de que la movilidad ya es muy complicada. El estudio que realizó SEDESUM establece que ahora los desarrollos en fraccionamientos deberán considerar la segunda zona metropolitana”.
Señaló que la contaminación del río San Juan es otro de los retos que debe atenderse pues los asentamientos humanos cercanos siguen tirando sus desperdicios al cauce, el fenómeno se presenta en San Pedro Ahuacatlán, así como en San Nicolás Tequisquiapan.
En materia ecológica estimó que la única zona de reserva ecológica, que es reconocida por la federación, sigue siendo la comunidad de Cazadero y en este rubro advirtió que debe trabajarse para que haya más espacios protegidos, sobre todo en las colindancias con Amealco.
“Lo importante es que ya tenemos un plan de acción a seguir con el Programa de Ordenamiento Ecológico, pero además las siguientes administraciones deberán seguir la misma ruta que trazó la Secretaría de Desarrollo Sustentable”.
Finalmente dijo que otra de las zonas que deben aprovecharse para el crecimiento poblacional son las colonias colindantes al Rodeo por la cercanía que tienen con el centro de la ciudad; sin embargo, dijo que es necesario trabajar en la regularización de los asentamientos así como en la introducción de los servicios básicos.