Francisco Pájaro Anaya, responsable de comunicación de la Parroquia de San Juan Bautista, destacó que esta muestra de fe mediante la adoración de Jesucristo, significa la eucaristía que permanece en los sagrarios de los templos hasta la media noche.“El número 7 representa la perfección dentro de la Biblia, siempre vamos a encontrar el número 7 como un número perfecto y recuerda la visita que los Papas hacían a 7 lugares en este Jueves Santo, una tradición que inicia San Felipe Neri a mediados del siglo XV”, explicó.
Los más de 10 mil fieles caminaron con el objetivo de recordar la Pasión de Cristo, principalmente en la zona del centro de San Juan del Río, aunque también hay actividades similares en la Parroquia de San José Obrero y la de la Natividad del Señor, en la colonia Juárez.
Las 7 casas refieren a los siguientes momentos de la vida de Jesús:
1era. Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde realizó oración y sudó sangre.
2da. Desde el huerto, donde fue preso, hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y recibió fue abofeteado.
3era. A casa de Caifás, donde fue escupido y padeció graves injurias y dolores toda la noche.
4ta. A casa de Pilato, el gobernador romano, lugar donde fue acusado por los judíos con muchos falsos testimonios.
5ta. Al palacio del rey Herodes, donde fue escarnecido por él y toda su hueste.
6ta. De vuelta a casa de Pilato, donde fue azotado, coronado de espinas y escarnecido y condenado a muerte.
7ma. De casa de Pilato al monte Calvario llevando a cuestas la cruz en la que fue crucificado.
Pan y manzanilla
Además, Pájaro Anaya explicó que el Pan y la manzanilla que se entrega a los fieles, representa el recuerdo de la eucaristía. “El pan bendito simboliza o da a entender la eucaristía de este Jueves Santo y la manzanilla es un buen aroma que desprende y que significa el buen aroma que los cristianos debemos de desprender sobre todo hacia los actos buenos y de amor”.
Finalmente destacó que la manzanilla no tiene un significado litúrgico, sino que conforme al paso del tiempo los fieles la han adoptado como parte de una tradición que permiten a su vez la reflexión ante el Viacrucis que en la zona centro de San Juan se realizará a partir de las 10 de la mañana del Viernes Santo, fecha en que en ninguna parte del mundo se oficia misa.