Con el 1.0 por ciento de la intención de voto que lo ubica en el último sitio en los sondeos electorales, Alvarado asegura que son pocos los políticos salvadoreños como él que conocen de primera mano lo que es vivir con necesidades.
"Yo comencé de cero como empresario, comencé de cero como hermano lejano. Comenzamos de cero este partido político y comencé de cero como candidato presidencial", sostuvo el candidato presidencial nacido en el cantón El Piche, en el oriental departamento de La Unión, en un video divulgado en la red social Twitter.
"El Salvador necesita comenzar de cero y el único candidato que sabe hacer eso soy yo", afirmó el político que nació en el seno de una familia cristiana y cuyo padre era trabajador del campo.
El aspirante de Vamos para los comicios presidenciales del próximo domingo 3 de febrero es un hombre de negocios que radica en Maryland, Estados Unidos. Es dueño de la empresa Río Grande Foods, cadena que fabrica y comercializa productos nacionales en el país norteamericano.
En unas elecciones internas, en las que votaron 489 militantes, Alvarado fue ratificado el 8 de julio pasado como el candidato a la Presidencia de Vamos, un partido formado recientemente por salvadoreños radicados en Estados Unidos y en otros países, y que no estableció alianzas con otras fuerzas políticas.
“El Salvador no es un país pobre, sino mal administrado”, afirma el candidato de 61 años, quien considera que hay riquezas que explotar por el bien de la población.
Se requiere de un gobierno que sepa administrar los recursos del Estado, y a su gente, pues en ella está la riqueza, colocar empresas en los núcleos de población más populares para generar empleos y evitar que los jóvenes se involucren en estructuras delictivas.
De llegar a la Presidencia, el candidato asegura que se abrirán oportunidades en el país para que los jóvenes emprendedores puedan desarrollarse sin tener que salir en busca del "sueño americano", pues se ha dado cuenta de que cuando emigran estos jóvenes logran triunfar en el extranjero debido a sus capacidades.
La fórmula presidencial de Vamos -integrada además por el candidato a la Vicepresidencia Roberto Ocampo- propone un Internado Escolar Transformador que reforme a los aspirantes que aún no se convierten en parte activa de las maras, con un tiempo de duración de 12 a 18 meses y para el cual el reclutamiento sería obligatorio.
Para acabar con la violencia, propone un diálogo nacional conformado por los actores internos y entes internacionales como Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA), un delegado del Papa, un representante Internacional de Iglesia Cristiana y países amigos.
Ese diálogo no contempla una tregua con las pandillas, ya que el objetivo es entender este fenómeno y comprender la realidad que viven unos y otros para desarrollar políticas que logren la pacificación que El Salvador necesita, afirma.
En materia económica, el aspirante de Vamos señaló que en su eventual gobierno buscará reducir el déficit fiscal a 1.5 por ciento; que las remesas que envían los salvadoreños desde el extranjero no se usen solo para adquirir bienes y servicios, sino también para realizar proyectos de inversión, en especial en el campo.
“Lo que queremos diseñar es un plan de gobierno donde los salvadoreños que viven en Estados Unidos y en otros países puedan tener condiciones para volver a El Salvador, para que inviertan, para que se sientan representados", señala.
Sobre la creación de empleos, Alvarado considera que las empresas son las verdaderas generadoras de fuentes de trabajo, por lo que el Estado no debe obstaculizar y eliminar la burocracia.
Para la elección de su gabinete, para el cual no ha manejado posibles nombres, la fórmula presidencial de Vamos señaló que se contratarán dos empresas -una nacional y otra internacional-, que bajo una junta de notables y un equipo técnico elegirán al personal que integraría un eventual gobierno.
Indicó que se eliminaría la Secretaría Técnica de la Presidencia, se reestructuraría el Banco Central, y el Ministerio de Economía se transformaría en un Ministerio de Comercio Exterior e Industria para que lleve al país a la cuarta revolución industrial (basada en desarrollo de digitalización y educación).
En materia de política regional e internacional, indicó que su gobierno rompería relaciones con otros países que violan los derechos humanos.