La información personal de unos 443 mil usuarios de Facebook en Brasil fue utilizada de manera irregular por la consultora Cambridge Analýtica, según reveló la propia red social.
Se trata de un nuevo ejemplo de que la expansión de la red en nuestra cotidianidad –desde pedir comida a domicilio hasta compartir fotografías con amigos- conlleva también riesgos, por lo que los expertos advierten que los usuarios deben al mismo tiempo “ciberprotegerse”.
El mes pasado, la policía federal brasileña desarticuló un sistema de fraude bancario por internet en cuatro estados del país y detuvo a siete personas por usar programas informáticos maliciosos para robar dinero de internautas.
“Accedían remotamente los computadores de las víctimas para realizar diversas transacciones bancarias electrónicas fraudulentas como pagos, transferencias y compras por internet”, explicó la policía, que cuantificó en 10 millones de reales (unos tres millones de dólares) los daños causados sólo en los últimos nueve meses.
Datos de la estadunidense Microsoft del año pasado revelaron que el 71 por ciento de los brasileños estuvo en algún tipo de riesgo al navegar por internet o usar la red, como por ejemplo sufrir casos de racismo o discriminación.
La empresa de ciberseguridad Symantec evaluó en un informe reciente que Brasil es el cuarto país del mundo con mayor número de víctimas de delitos cibernéticos, con 62.2 millones de usuarios, después de China (352 millones), India (186) y Estados Unidos (143).
Cuantiosos son también los impactos económicos a las empresas con sede en Brasil, que ven cómo son objeto de las actividades de criminales que usan virus troyanos, ‘malware’ y otro tipo de software destinado a robar informaciones y ejecutar ataques.
Symantec estimó que en 2017 las víctimas del "cibercrimen" en Brasil perdieron 22 mil 500 millones de dólares, la segunda mayor cantidad después de China (66 mil millones).
Brasil es considerado además uno de los principales países en la creación de software malintencionado (troyanos, malware, etcétera) del mundo, debido a que registra alrededor del 40 por ciento de los delitos cibernéticos cometidos en América Latina.