“No se puede hablar de la crisis de impunidad en Siria sin hacer referencia a la inaceptable parálisis constante del Consejo de Seguridad para tomar acciones urgentes”, indicó el representante permanente alterno de México ante la ONU, Juan Sandoval, en un discurso ante la Asamblea General.
Aseveró que resulta “lamentable que obstáculos geopolíticos” hayan evitado que el órgano ejecutivo de Naciones Unidas refiera las atrocidades cometidas en el marco de la guerra civil en Siria a la Corte Penal Internacional.
De acuerdo con la ONU, la guerra en Siria ha causado la muerte de al menos 500 mil personas, además de que ha desplazado a millones de individuos desde que comenzara en marzo de 2011.
Sandoval reiteró la propuesta de México y de Francia para impedir que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Rusia, China, Estados Unidos, Francia y Reino Unido) utilicen su poder de veto ante atrocidades masivas.
“No podemos seguir siendo testigos inertes de ataques a la población civil. Las Naciones Unidas no fueron creadas para permanecer inmóviles. La inacción del Consejo de Seguridad en Siria conlleva el estigma de su irrelevancia”, fustigó.
El discurso de Sandoval fue ofrecido en el marco del informe inaugural de Catherine Marchi-Uhel, directora del Mecanismo Internacional, Imparcial e Independiente (IIIM), recientemente creado para reunir y preservar pruebas de crímenes graves en Siria para futuros juicios.
“Los responsables de los crímenes más graves cometidos en Siria deben ser identificados, y se deben construir archivos de casos penales como base para los procesamientos. Los perpetradores de crímenes internacionales deben rendir cuentas”, expresó Marchi-Uhel.
Mientras tanto, el organismo civil Human Rights Watch subrayó la importancia de que se haya creado este mecanismo, y pidió a los miembros de la ONU garantizar su financiamiento para los próximos años. El IIIM fue creado en principio solo con contribuciones voluntarias.