En una carta enviada al primer ministro portugués, Antonio Costa, Urbano de Sousa indicó que no tenía "las condiciones políticas y personales" para continuar al frente del Ministerio del Interior, que está a cargo de los bomberos, la Policía y la agencia de protección civil.
"Aunque la tragedia (del fin de semana pasado) fue causada por múltiples factores, llegué a la conclusión de que no podía continuar por razones políticas y personales en mi cargo", escribió la ahora exfuncionaria en su renuncia, que fue aceptada ya por Costa, según un reporte del diario The Portugal News en línea.
Más de 500 incendios forestales azotaron el domingo pasado grandes zonas del norte y el centro de Portugal, por las altas temperaturas de hasta 32 grados y la peor sequía en casi 90 años, provocando la muerte de al menos 41 personas, entre ellas un bebé.
La actual ola de siniestros, los más graves registrados en Portugal desde 2006, ocurren a menos de tres meses de los incendios que arrasaron con la región central de Pedrogao Grande en junio pasado y que causaron la muerte de 64 personas y lesionaron a más de 250.
En una carta de renuncia publicada en el sitio web del gobierno luso, Urbano de Sousa indicó que quería renunciar después de que 64 personas murieran en el incendio forestal de junio, pero que el primer ministro le pidió que se quedara.
Urbano de Sousa había estado bajo una severa presión política y duras críticas de la opinión pública que condenan su "deficiente" actuación en los incendios forestales.
En un breve comunicado, el jefe de gobierno confirmó que aceptó la renuncia de la ahora exministra del Interior y adelantó que su gabinete se reuniría el fin de semana para adoptar las recomendaciones de un informe sobre la prevención de incendios.
El documento, encargado después de los siniestros de junio pasado en la central región de Pedrogao Grande, contempla una serie de cambios sobre la lucha contra los incendios forestales, que se espera sean adoptados por el gobierno el fin de semana.
La Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC ) declaró el domingo pasado como el peor día de 2017 para el país por los 523 incendios forestales registrados, que han arrasado con más de 260 mil hectáreas de zonas boscosas, casi el doble del promedio anual para Portugal.