Caporale fue removida del cargo el pasado 11 de mayo, dos días después de que su despacho difundiera un boletín epidemiológico con cifras de un dramático aumento de la mortalidad infantil.
Nadie sabe si la difusión de las cifras fue voluntaria o no, ya que la doctora tenía poco más de cuatro meses en el cargo.
Algunos creen que Caporale se dejó llevar por la inclinación profesional hacia las estadísticas, sabiendo que el gobierno del presidente Nicolás Maduro prefiere mantener las cifras oficiales bajo llave, incluyendo las de inflación, que alimentan la especulación.
Apenas dos días antes, el 9 de mayo, el Ministerio de Salud a cargo de Caporale publicó su primer boletín epidemiológico en más de dos años, mismo que reflejó un incremento de 30.12 por ciento en la mortalidad infantil, debido a la muerte en un año de 11 mil 466 neonatos. En 2015, la cifra fue de ocho mil 812.
El boletín señaló que las razones de esas muertes eran sepsis neonatal, la neumonía, la enfermedad de membrana hialina y el nacimiento prematuro, algunas relacionadas con mala alimentación.
Las cifras también mostraron un incremento de la mortalidad materna en 65.78 por ciento, con el grupo más afectado entre las madres con edades comprendidas entre 20 y 29 años.
Asimismo, develó que se registraron 324 casos de difteria a nivel nacional, enfermedad que se mantenía controlada desde hace un cuarto de siglo, mientras que los de malaria aumentaron 76.4 por ciento en 2016 respecto al año anterior para pasar de 136 mil 402 a 240 mil 613 casos.
La organización no gubernamental Observatorio Venezolano de la Salud (OVS) fijó posición sobre el boletín epidemiológico publicado, que rompió el silencio gubernamental de casi dos años.
Señaló que en la semana 52 de 2016, la última del año, las cifras son la demostración "más evidente de la profunda crisis en la que se encuentra el sector salud venezolano y que, a su vez, son una expresión de la situación global del país".
"Sin embargo, y a pesar de esa cruda realidad que reflejan los datos, cabe preguntarse: ¿A qué se debe que hayan sido publicadas ahora, dentro del desastre por el que atravesamos en estos momentos, dado que ellas hablan muy mal de la gestión del gobierno actual?”, preguntó el OVS.
Indicó que lo primero que salta a la vista es el número de muertes acumuladas en menores de un año: 11 mil 466 en total, indicando un aumento de 30.12 por ciento respecto al año 2015.
“Además destaca el período neonatal como principal componente de estas muertes, con un 53.9 por ciento de fallecimientos correspondientes a este período (bebés en sus primeros 28 días de vida)", apuntó.
Agregó que "en el mismo boletín el número de muertes maternas registrado es de 756, reportando un aumento de 65.79 por ciento respecto al año 2015".
"Estos datos revelan cifras alarmantes pues el número de casos, en sí mismos, son signos de un grave deterioro en el cuidado y atención en salud de las mujeres y niños, y requieren de una mesa de análisis de expertos en el tema para que Venezuela pueda superar esta crisis de salud”, alertó el OVS.
Maduro despidió a Caporale y colocó en el cargo al farmacéutico Luis Salerfi López, considerado hombre de confianza el vicepresidente Tareck El Aissmi. López es el octavo encargado de Salud en cuatro años del gobierno de Maduro.
Los especialistas indicaron que las cifras revelaban el “desastre” de la salud, en medio de una inflación galopante y el prolongado desabastecimiento de alimentos y medicinas.
La falta de medicinas se ha convertido en una carga para los enfermos crónicos, ya que solo encuentran esporádicamente medicamentos para la hipertensión y la diabetes, por ejemplo.
El diputado opositor y médico oncólogo, José Manuel Olivares, llamó la atención sobre un hecho que se agrega al cuadro de salud, de que, durante seis semanas miles de venezolanos han sido sometidos a gases lacrimógenos o han sido heridos, en las protestas contra el gobierno.
Olivares destacó que solo en Caracas se registraron mil 286 heridos en las primeras seis semanas de manifestaciones opositoras.
“La Organización Mundial de la Salud y los organismos internacionales establecen que por cada ciudadano que recibe atención médica en manifestaciones o eventos de orden público hay 10 heridos que no reciben dicha atención, lo que quiere decir que en seis semanas solo en la ciudad de Caracas tenemos un promedio de 13 mil lesionados”, alertó.