Cuba: En busca del "buen" padre

23 de Julio de 2013
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La Habana, julio (SEMlac).- La participación de los hombres en el cuidado y educación de sus hijos e hijas no es solo deber, sino derecho, coincidieron asistentes a un postgrado sobre masculinidades y paternidad realizado en la capital cubana.

Más de 25 profesionales de las ciencias sociales acudieron a la convocatoria del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) para el curso "Masculinidades y Paternidades. Su tratamiento en el ámbito local-comunitario", del 15 al 19 de julio.

Según Ramón Rivero, coordinador y principal docente de esta capacitación, el principal objetivo fue desarrollar conocimientos y habilidades "para la atención profesional a las distorsiones contenidas en las pautas de socialización de género y sus correspondientes implicaciones, con énfasis en las referidas a las formas de ser hombres y padres".

Además, quisieron promover la conciencia crítica y la capacidad de construir proyectos con enfoque de auto desarrollo, especialmente en las comunidades.

Entre los temas trabajados se encuentran el enfoque de género desde los estudios de masculinidades, acercamientos teóricos a la paternidad, los modos de ser padre en Cuba, las estrategias de intervención profesional en el ámbito local-comunitario y los desafíos epistemológicos y metodológicos relacionados con las masculinidades.

Para Rivero, el ejercicio de una paternidad placentera, en todas las áreas del desarrollo de la descendencia, se encuentra frenado por las asignaciones sociales y culturales de género que determinan los modos tradicionales de ser hombre.

En su exposición, el especialista explicó que ser un padre "bien visto" por la sociedad ha estado relacionado con su papel de proveedor económico, la autoridad y fortaleza de carácter, mientras quedan fuera de su alcance aspectos concernientes a lo afectivo y a la vida cotidiana.

Resulta necesario, entonces, sensibilizar a las personas que pueden incidir en el cambio de patrones de comportamiento sociales y promover el ejercicio de la paternidad responsable, con una mayor implicación de los hombres en todas las tareas de sus hijos e hijas.

Desde hace varios años que el Cenesex trabaja, junto a otras instituciones, en un proyecto por la paternidad responsable, pero pretende incrementar sus acciones en este sentido a través de la capacitación y la publicación de textos científicos.

"Debemos entender qué significa ser hombre y ser mujer como construcción social e histórica para poder trabajar con la familia en las comunidades", declaró a SEMlac el investigador del Cenesex.

Las expropiaciones históricas de la masculinidad, como la falta de comunicación, la ausencia de autocuidado, la poca educación para las habilidades domésticas o la imposibilidad de manifestar sentimientos si aparentan debilidad, terminan generando malestares en los varones que son percibidos como naturales, sostuvo Rivero.

"Por lo general, los hombres tenemos dificultades para estructurar de manera autónoma la vida porque no fuimos entrenados para ello, lo cual lleva a que los padres no tengan una participación más directa en la educación de sus hijos y en la vida doméstica", señaló.

Esos roles tradicionales se refuerzan desde las instituciones cuando los hombres no pueden acompañar a sus hijos e hijas en los hospitales, compartir el momento del parto o cuando la escuela establece que son las madres las encargadas de velar por el rendimiento docente y la conducta del estudiantado.

Asimismo, en caso de divorcio, las leyes privilegian a las mujeres en cuanto a la guarda y cuidado de los hijos, por lo que algunos padres no encuentran recursos para una participación más activa en la vida de su descendencia, si no tienen el consentimiento de la madre.

Los medios de comunicación también llevan su parte al continuar difundiendo una imagen estereotipada de los hombres, aportó el comunicador Roberto Carlos Delgado.

"La más difundida es la forma histórica tradicional de lo masculino, generalmente encaminada a perpetuar el modelo hegemónico, mientras que el ideal posible no es abordado en el discurso periodístico", refirió en una de las conferencias.

El curso debatió estrategias para insertar estos temas en el trabajo comunitario desde profesiones como la psicología, la sociología, la atención de salud y la comunicación social.

Entre los indicadores para guiar este trabajo, aportados por los grupos, se encuentran los estereotipos, prejuicios y mitos sobre la paternidad; la normativa jurídica y la participación de los padres en la escuela, la familia y la comunidad. "Existe un vacío de conocimientos y habilidades en la sociedad respecto al ejercicio de una paternidad responsable y este silenciamiento se reproduce también desde lo profesional", aclaró Rivero.

Para el próximo año, el Cenesex se propone fundar una Red de Hombres por una Paternidad Responsable, y continuar con las capacitaciones sobre estos temas en unión con la Central de Trabajadores de Cuba, con la idea de llevar el debate de estos temas a los centros laborales.