El caso de Giselle, se suma a los 579 de desaparición de mujeres, adolescentes y niñas ocurridos en la entidad desde hace una década, como lo documentó la organización “Litigio Estratégico en Derechos Humanos” (IDHEAS), en su “Diagnóstico sobre la desaparición de mujeres en el Estado de México” publicado el año pasado donde indica que estas desapariciones se dieron en los municipios Chimalhuacán, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Cuautitlán Izcalli, Ixtapaluca y Valle de Chalco.
Karina Bolaños del colectivo “Nos queremos vivas Neza” afirmó en entrevista con Cimacnoticias, que las autoridades obstaculizan la pronta localización de las víctimas. “Casi siempre ha habido una obstaculización para poder tener acción pronta y expedita debido a la negligencia y omisión de quienes deberían responsabilizarse por la seguridad de las niñas.”
Exigió a las autoridades que “haya revisión a sus protocolos y cuando se trate de desapariciones de niñas y mujeres, de la edad que sea, debe haber prioridad en búsqueda cuando ocurre en municipios con Alerta de Género para dar con ellas lo más pronto posible”.
Además de exigir la aparición de Giselle, los vecinos de Chimalhuacán marcharon hacia la Procuraduría de Justicia de Chimalhuacán, por Guadalupe Hernández de 12 años de edad y Evelin Martínez de 9, quienes desaparecieron el 23 de enero del 2017.
En entrevista con Cimacnoticias, Lidia Florencio Guerrero, madre de Diana Velázquez Florencio, joven asesinada el 2 de Julio de 2017 en Chimalhuacán, y quien participó en la marcha de ayer, dijo que la familia de Giselle pidió a las autoridades municipales que les mostraran la cámara de tránsito del lugar donde desapareció su hija. “En un primer momento se les dijo que no funcionaba. Les dicen que tienen que esperar para darla como desaparecida, pero en el domicilio de la menor se movilizaron para que realmente se haga una búsqueda efectiva”, contó.
En el diagnóstico realizado por la organización IDHEAS, se destaca el desconocimiento sobre el número de carpetas de investigación para casos de mujeres desaparecidas y el de sentencias por este tipo de delitos, ya que el delito de desaparición de personas no se encuentra tipificado, “lo cual evidentemente invisibiliza dramáticamente el fenómeno e impide realizar un seguimiento de los casos, generando una profunda incertidumbre frente al fenómeno”. (Berenice Chavarría Tenorio)