La ex miss/presentadora rebelde

19 de Noviembre de 2018
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La Paz, 19 noviembre (SEMlac).- Parecería un contrasentido que una múltiple ex miss de belleza, que ha aparecido en innumerables imágenes en medios de comunicación con poca ropa y en insinuantes posturas, haya renunciado a ser presentadora de televisión en la red PAT de Bolivia porque le exigieron que usara un vestuario sexy para dar las noticias.

Fue Miss Santa Cruz y así Miss Bolivia 2001 y como tal participó en el concurso Reina Sudamericana, siendo finalista. Posteriormente, estuvo en el Miss Universo, donde no le fue tan bien, pero en 2002 fue elegida Reina del Carnaval Cruceño.


Como representante de la belleza oriental y nacional seguramente cumplió con todas las exigencias de los contratos como reina, posó y sonrió. Los medios, en sus secciones de sociales y farándula, la siguieron constantemente, su boda, el nacimiento de sus hijos… y en abril de este año el diario El Deber titulaba: "Paola Coimbra, la reina que ahora vemos en la tv".


En ese mismo artículo de sociales se informa que ella es licenciada en Derecho, lo que significa que ingresaba a la televisión como presentadora de noticias sin ser periodista.

Es profesional en otro ámbito y posiblemente puede trabajar en comunicación, como lo hacen muchas otras personas; pero se informaba que la contrataban fundamentalmente por ser una personalidad conocida por su belleza, ya que, en el artículo mencionado, nada más comenzando, se lee: "…es una de las imágenes bonitas de la red PAT". Y está escrito como si fuera un cumplido.

¿Acaso no es bueno ser una imagen bonita? La belleza está socialmente establecida y los cánones varían según el momento y el lugar, lo que es bello aquí podría no serlo en otra sociedad o en otro tiempo. El problema está cuando lo que se considera bello puede afectar negativamente a la sociedad, me explico:

Actualmente, el modelo de belleza responde a cánones establecidos en el occidente del planeta: mujer blanca, con ciertas medidas y edad. Modelo que no corresponde a la diversidad de tipos de mujeres y sus cuerpos, que son discriminadas.


Por otra parte, se trata de un modelo que exige su cumplimiento y que establece que es el principal valor de una mujer. Que se elija a una ex miss como presentadora, en lugar de una profesional en comunicación, es una muestra. Una periodista considerada "no bonita" o "fea" no podrá, o le será muy difícil, hacer de presentadora.


No sólo debe ser bonita, también debe ser y mostrarse sexy y este importante punto está dirigido a cumplir con los deseos del público masculino, público que incluye a los mismos altos cargos de la empresa que contrata a la guapa. Machismo puro.

Hacerse madura en televisión tampoco está bien visto, eso lo saben muy bien varias periodistas obligadas a jubilarse prematuramente. En la televisión y en el cine los referentes femeninos son mujeres jóvenes, blancas, delgadas, pero con curvas y sexys. Esto hace daño en la sociedad porque se anula al resto de mujeres.

"Queremos que nos escuchen, no que nos miren", es otro de los titulares del mismo diario que habla de las reacciones a la renuncia de la presentadora. Pero alguien puede decir que a Coimbra la contrataron para ser mirada y por la actitud de la empresa parece que tiene razón. La cosa es que a ella no le gustó esa posición y, a pesar de su pasado, su reacción es loable.


"A pesar" porque cada aspirante a miss y miss electa lo que hace es reproducir ese modelo de mujer/cuerpo/carne que el machismo convierte en objeto de uso, de disfrute. Que una mujer que ha alimentado esa condición y que, en una sociedad donde ser miss o bella está sobrevalorado, se rebele públicamente ante situaciones tan sexistas es positivo, es una buena señal y también un buen ejemplo.


Lo que hace falta es que haya mayores reacciones sociales similares, que la acompañen. No puede permitirse que un medio o cualquier empresa seleccione a su personal en función a su imagen, por cánones de belleza, por raza, por edad, por género. Una vergüenza para la Red PAT y otros canales.

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