¿Qué hay detrás del cabello afro?

12 de Noviembre de 2018
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La Habana, 12 noviembre (Especial de SEMlac).- Asumir y llevar su cabello natural puede ser más que una simple decisión estética para la población negra y convertirse en un acto de alcance político y cultural, reconocen líderes comunitarios, activistas, intelectuales y artistas afrodescendientes en Cuba.

"En un proceso de autoreconocimiento o reafirmación, comienzas muchas veces por tu cabello: te rapas, lo cambias o lo asumes. Y empieza esa lucha social, no solo la interna de preguntarte: ¿me veré bonita, seré aceptada, podré encontrar trabajo, podré salir en la TV?", reflexiona la artista y activista cubana Magia López.

A ese razonamiento, la joven cantante agrega la presión social que podrá recibirse cuando, una vez decidido el peinado, se reciben frases como esta: "¿y tú qué tienes hecho en la cabeza?".

Asumir a conciencia una identidad racial pasa también por la decisión de enfrentar un canon de belleza hegemónico, trascendió durante un debate sobre el cabello, sus expresiones culturales y políticas, las tradiciones ancestrales y también las posibilidades que brindan los procesos asociados a la estética.

El encuentro, realizado en la capital cubana los días 8 y 9 de noviembre, fue convocado por El Club del Espendrú, un colectivo conformado por intelectuales y artistas con un activismo en la lucha antirracista en el país, cuyo núcleo principal lo integran los intelectuales Tomas Hernández Robaina y Roberto Surbano, la investigadora Aracelys Rodríguez y el dúo Obsesión que conforman Magia López y Alexei "el tipo este".

Cada año, el equipo junto a otras personas colaboradoras organizan un encuentro anual. Bajo el título "Trenzando identidades", esta vez el evento reunió en La Habana a activistas, artistas, investigadores y líderes comunitarios de Cuba y Colombia a partir de un hermanamiento con el proyecto Tejiendo Esperanzas en Cali.

"Para nosotras el pelo es fundamental. Las personas pueden pensar que es algo superficial, pero atraviesa muchas cosas, porque mientras lo vas tejiendo, también puedes conversar e interiorizar, reflexionar. Es una manera de quererse una misma. El evento ha demostrado todo lo que devela el tema y todo lo que esconde", afirma López a SEMlac.

La rapera sabe de las presiones y estereotipos raciales que se han naturalizado en la sociedad cubana, pese a los avances en materia social. Desde el dúo Obsesión, López y Alexei "el tipo este" han visibilizado el racismo y la búsqueda de alternativas por más de 15 años.

A finales del siglo XX la agrupación popularizó el tema Los pelos, una crítica al canon de belleza hegemónico. "Mi naturaleza rompe patrón de belleza, no me vengan con que pa´ lucir más fina hay que plancharse la cabeza pa´ verse más femenina", reza un fragmento del tema.

La cultura hip hop ha sido, precisamente, uno de los espacios que ha promovido la crítica antirracista en Cuba. Otras voces se han sumado a la denuncia de estereotipos en los medios de comunicación y el dominio de un modelo de belleza occidental y blanco.

Para la comunicadora y activista Irene Ester Ruiz, los medios de comunicación son muy importantes, pero la representación de la población negra, principalmente en la televisión nacional, sigue siendo problemática.

"Las pocas mujeres negras que tenemos en la pantalla nos representan por el color de la piel, pero no por el cabello. Además, cuando a una muchacha negra se maquilla con tonos de mujeres blancas se desvirtúa lo que ella es, su historia, sus antecedentes", comentó Ruiz durante el encuentro.

Pelos libres…
"Cuando las mujeres deciden dejarse su pelo natural, viene el problema de cómo se lo van a cuidar, porque las grandes empresas trasnacionales de la cosmética --ni Evon ni Loreal-- nunca se han ocupado de nuestro cabello", dijo durante una conferencia Emilia Eneyda Valencia, creadora de Tejiendo Esperanzas en Colombia.

Valencia opina que los proyectos que toman como centro el cabello y la estética permiten desarrollar una "pedagogía de la estética afro" que valoriza la tradición e identidades afrodescendientes mediante la cosmética, la moda, la artesanía y otras expresiones culturales.

Quienes asumen estas alternativas y posibles soluciones vuelven al barrio, al rescate de la memoria y el trabajo colectivo; una tarea compleja pero no imposible.
En Cuba no se parte de cero en este tema, al decir de Roberto Surbano. "No venimos de la nada, solo que ahora estamos haciendo conexión con una memoria que nos fue cortada. Hay respuestas a estas preguntas en nuestras familias, nuestras casas y nuestras religiosidades que tenemos que socializar y compartir mucho mejor", comentó durante el evento el intelectual cubano.

Erlys Pennycook Ramos es una de esas cubanas que, en busca de soluciones, echan mano a la tradición y "a la manigua que es de todos". Esta licenciada en Lenguas Extrajeras devino estudiosa autodidacta de las afectaciones del cabello afro.

"Desde muy temprana edad, a las niñas se las somete a tratamientos nocivos con desriz de potasa y queratina. Por eso, cansadas de los estirones y alones, empezamos desde pequeñas a odiar nuestro cabello y lo que representa", explica Pennycook Ramos a SEMlac.

Esta peluquera itinerante, de la central provincia Ciego de Ávila, a más de 420 kilómetros de La Habana, lleva a todos lados su producto Black Pride, hecho a partir de materias primas naturales comunes en Cuba. La alternativa surgió a raíz de su preocupación por la alopecia que generan extensiones y productos químicos para el laceado del cabello.

Otra de sus iniciativas es promover peinados y looks a partir del cabello afro natural para celebraciones de 15 años y bodas. El objetivo es tratar de superar los precedentes negativos que se van acumulando en torno al cabello y apoyar el orgullo y la autoestima de las muchachas.

Desde otro escenario, Roberto Álvarez "El niño" persigue fines similares. Su proyecto Barbers Streets vincula "estilismo y cultura hip hop como herramientas para un mejor comportamiento y lograr una coexistencia pacífica".

"Intercambiamos servicios por libros, hacemos actividades para la infancia, compartimos poesía y es muy particular la amplia aceptación de las personas", comentó el joven estilista durante su intervención en Trenzando identidades.

Álvarez lleva su proyecto a comunidades que viven en situación de vulnerabilidad social o marginalidad. El joven estilista destacó la importancia de trabajar en esos barrios y realidades en los que investigaciones sociales han identificado una sobrerepresentación de la población negra.

"Yo nací en un barrio marginal, marginado. Y digo marginado porque no reconocer que tenemos barrios marginados es como no reconocer que existe racismo. Gracias al hip hop me superé, salí de los círculos viciosos del barrio, fui a la universidad, hice mi maestría, me hice estilista. Salí del barrio, pero no me olvidé que soy de allí. Por eso quise llevarles a todas esas personas mi experiencia", reconoció Álvarez.

Conciencia racial y trabajo social van de la mano en estos proyectos estéticos y culturales. Llevar el cabello afro, además de ser una expresión de resistencia, demuestra potencialidades para el trabajo comunitario, la autogestión y el emprendimiento económico. Los retos, según las y los protagonistas, imponen el trabajo en red, la búsqueda de alternativas ante la verticalidad de los procesos económicos y las limitaciones en el comercio.

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