Buenos Aires, 24 abril (SEMlac).- En pleno debate legislativo por la legalización del aborto y con el fin de acercar a quienes integran la Cámara de Diputados argentina a la información científico-técnica, la Asociación Civil FUSA realizó la jornada: "Aborto: experiencias y herramientas para un abordaje académico-científico".
Al finalizar el intercambio, el médico obstetra Mario Sebastiani manifestó que si bien la interrupción voluntaria del embarazo, es un "tema dilemático" se "merece una postura heroica, honesta y fundamentada por parte de las y los legisladores", no sólo desde el plano de salud pública sino para la dignidad de las mujeres".
Sebastiani también subrayó que la diputación tendrá la responsabilidad de votar en el recinto y podrán crear una "situación equitativa (…) de trabajar en la prevención de los embarazos no deseados". A la vez, interpeló con la pregunta: "¿Quién gana si es que votan por el no? Las mujeres seguro que no. Ellas seguirán muriendo", respondió el profesional.
En tanto, Pío Iván Gómez Sánchez, integrante de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) y coordinador del comité de derechos sexuales y reproductivos de la Federación Latinoamericana de Obstetricia y Ginecología (FLASOG), subrayó que hablar de aborto es hablar del Derecho a la libertad y a la autonomía de las mujeres.
"La mujer tiene derecho a decidir por no ser madre y los hombres pueden decidir no ser padres. El derecho al aborto es hablar de libertad", expresó.
Gómez Sánchez también se refirió a los argumentos "pocos serios, fanáticos" según los cuales las mujeres que abortan son "irresponsables", ignorando que cuando eso ocurre "no es por falta de razón, sino precisamente es que porque tiene razones para hacerlo".
Además, dijo que "una mujer que no quiere el embarazo terminará abortando por encima de cualquier cosa. Pero, la diferencia radica si lo hace en la ilegalidad o con la presencia de un estado que le brinde una atención gratuita y de calidad".
A su turno, Lionel Briozzo, ex subsecretario de Salud de Uruguay (2011-2015), comentó que luego de haber despenalizado el aborto en su país en el año 2012 no sólo disminuyeron los abortos, sino que se redujo la mortalidad materna.
Actualmente, Uruguay es el primer país sudamericano que tiene legalizado el aborto y es el segundo país con menor mortalidad materna en toda América, solo superado por Canadá. Briozzo dijo que esto "se debe principalmente a la disminución de muertes por aborto, que es prácticamente cero".
Ya no hay infecciones graves ni hemorragias por aborto (…) y bajó la mortalidad infantil ya que "la madre es el sustento fundamental de la infancia, sobre todo en el primer año de vida".
Briozzo puso énfasis en que la clave para implementar con éxito la ley de interrupción voluntaria del embarazo, fue considerar como primera opción el aborto con medicamentos. Ello "permitió que los profesionales pudieran asesorar a las mujeres sin necesidad de involucrarse directamente en la acción de producir el aborto. De esta forma, el personal médico indica a las mujeres el medicamento y "ellas puedan hacerlo en la privacidad de sus casas, acompañadas de quienes ellas quieran".
La ley uruguaya contempla cinco días de reflexión para aquellas mujeres que llegaron al servicio médico a pedir la interrupción del embarazo. Estos cinco días se cuentan a partir de la fecha de la primera consulta y culmina con la prescripción médica del medicamento.
Según las estadísticas "entre un seis y 10 por ciento de las mujeres cambian de idea (…) cuando más avanzado está el embarazo mayor es la cantidad de mujeres que desisten de la opción de interrumpir su embarazo", refirió Briozzo a SEMlac.