Grave el feminicidio, pese a que han bajado las cifras

02 de Mayo de 2016
Guardar
reportaje
reportaje
México. Cd. de México, mayo (SEMlac).- En 2014 ocurrieron 2.289 feminicidios en México, el promedio es de 6,3 asesinadas al día, 3,7 por cada 100.000 mexicanas.

No obstante, a partir de 2012 los asesinatos de mujeres con presunción de feminicidio han disminuido entre siete y 13 por cada 100.000 mujeres.

La cuenta de asesinatos en 30 años, según Naciones Unidas, habla de 47.178 asesinadas, más de 1.500 al año, 4,3 al día.

Los Estados del país con más altas cifras de mujeres asesinadas son: Chihuahua y Chiapas con una tasa de 9 y 9,6 por cada 100.000 mujeres, seguidos por Tamaulipas con 7,2; Oaxaca con 6,4 y Sinaloa con 5,9. Morelos se ubica en el sexto lugar y Estado de México en el noveno. Las tasas más bajas de asesinatos suceden en Aguascalientes y Yucatán.

En 2014, el municipio con mayor número de mujeres asesinadas fue el puerto de Acapulco, en Guerrero; seguido por Culiacán, en Sinaloa, y Ciudad Juárez, Chihuahua. Hoy, en 10 municipios del país ocurre uno de cada seis asesinatos.

Pese a la tendencia a la baja en el promedio nacional, hay ocho entidades de la República donde sucede lo contrario; ahí han ido creciendo. Esas entidades son: Tlaxcala, Hidalgo, Tamaulipas, Sinaloa, Oaxaca, Nayarit, San Luis Potosí y Sonora, con tasas superiores a la nacional, de 3,7.

También revelan las estadísticas que mientras ha habido una disminución de los asesinatos en la vía pública, con una tendencia descendente consolidada, en el hogar se han mantenido las mismas cifras en los últimos 16 o 18 años. Esto significa que hoy la casa familiar sigue siendo el lugar más peligroso para las mujeres.

Respecto de la impunidad, el último dato registrado indica que para 2012 solamente hubo sentencias condenatorias para el 15,4 por ciento; mientras que entre 1997 y 2004 había hasta 80 por ciento de sujetos en proceso. En 2014 solo hubo 12.638 denuncias, con una alta tasa de cifras negras.

Esta información se halla en el resumen ejecutivo de un estudio denominado "La violencia feminicida en México: aproximaciones y tendencias 1985-2014", elaborado por la Secretaría de Gobernación, el Instituto Nacional de las Mujeres y ONU Mujeres y que fue presentado durante una reunión en la que se echó a andar la Alianza Contra la Violencia Hacia las Mujeres: Acciones y Compromisos, que incluye los tres niveles de gobierno y organizaciones de la sociedad civil.

El estudio es una publicación actualizada que muestra una tendencia al descenso de los asesinatos de mujeres con presunción de feminicidio durante tres años consecutivos y, según las bases de datos de INEGI, estudios realizados por el Colegio de México, la Cámara de Diputados y la Comisión Especial para el Seguimiento de los Feminicidios en colaboración con el INMUJERES.

El estudio tuvo como investigador principal a Carlos Javier Echarri Cánovas, de ONU Mujeres, y fue coordinado por María de la Paz López Barajas, Directora General de Institucionalización de la Perspectiva de Género de INMUJERES. El informe, en su presentación ejecutiva, tiene 19 páginas y nueve apartados.

Se fundó en información de los certificados de defunción y analiza información de los últimos 30 años. Habla de tres momentos en la tendencia de los asesinatos de mujeres.

El primero, entre 1985 y 2007, esta última fecha la de aprobación de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida sin Violencia. Esta etapa muestra una tendencia francamente descendente, de 1.486 casos en 1985 a 1.087 casos en 2007; luego la curva sube, cada año, hasta 2011, con más de 2.594 casos.

El segundo momento significado por el documento es entre 2008 y 2012, según refiere el análisis directamente relacionado con un incremento sistemático de la violencia en México. Las cifras y hechos más altos llegaron a la cúspide en 2012, con una tasa de 4,6 asesinatos de mujeres por cada 100.000.

En 2010 y 2011 se contabilizaron 2.716 y 2.761 casos. En 2012 empezó a descender, con 2.594 casos.

En un tercer momento se observa una reducción de siete por ciento en 2013, con una tasa de 4,3 por ciento y en 2014 se redujo en 13 por ciento, 2.289 casos, alcanzando una tasa de 3,7 por cada 100.000 mujeres.

Los lugares donde ocurren
El documento señala que la información de los certificados de defunción identifica los feminicidios ocurridos en la vía pública, en el hogar y refiere los medios usados en cada agresión.

En el hogar, por arma de fuego, hubo un máximo de asesinatos en 2010 y se ha mantenido hasta 2014, frente a los asesinatos en la vía pública, que han disminuido más rápidamente. Es decir, hoy día los niveles más altos están en los hogares.

Se explica que ello había cambiado, por la época más aguda de la persecución al narcotráfico y el crimen organizado. Por ejemplo, entre 2007 y 2012 se cuadruplicaron el ahorcamiento y similares, pero en los últimos dos años se redujeron en 37 y 39 por ciento, respectivamente.

No obstante, hay un aumento reciente de casos en que las mujeres son estranguladas o acuchilladas en sus viviendas. Con arma de fuego, en el hogar, los casos se duplicaron entre 2007 y 2011.

El estudio señala la reducción de feminicidios ocurridos en la vía pública, mientras no decrecen los que tienen lugar en los hogares. Las cifras globales indican una disminución lenta en 2014, pero en los hogares es de la misma magnitud, 16 años después. Tiene una línea inamovible.

Los asesinatos en vía pública descendieron entre 2011 y 2014, tanto con arma de fuego como otros. El ahorcamiento en casa tiene una tendencia al aumento en 2012, pero baja lentamente hasta 2014.

Advierte la investigación que no se pueden hacer definiciones concretas para señalar un Estado del país en particular, porque los datos evidencian variaciones constantes.

Sin embargo, entre 2013 y 2014 unas ocho entidades han incrementado las tasas de homicidio: Tlaxcala, Tamaulipas, Hidalgo, Sinaloa, Oaxaca, Nayarit, Sonora y San Luis Potosí.

Y también en Zacatecas, que en tiempos de altas tasas nacionales tenía 1,1 por cada 100.000 mujeres y en 2013 llegó a seis por la misma proporción. Y en Colima aumentó 3,33 veces entre 2008 y 2010. Hoy Colima está en el sétimo lugar.

El documento contiene diversas comparaciones y ejemplos. Señala que Guerrero ocupa el primer lugar en 2006 y 2007; el tercero en 2008 y 2009; pero tuvo el segundo entre 2011 y 2012, y volvió al primero entre 2013 y 2014. Es decir, las variaciones en un lugar no necesariamente hablan de mejoras consolidadas.

El Estado de México ocupó el primer lugar entre 1988 y 1997 de manera continua. Ese puesto fue ocupado, durante los últimos 20 años, por Guerrero y Chihuahua.

Sin embargo, a partir de 2001, la norteña entidad de Chihuahua se ha mantenido en los primeros lugares.

Los municipios de más alta peligrosidad, por el número de feminicidios que en ellos ocurrieron en 2014, de más a menos son: Acapulco, Guerrero; Culiacán, Sinaloa; Ciudad Juárez, Chihuahua; Chihuahua, Chihuahua; Ecatepec de Morelos, Estado de México; Tijuana, Baja California; Gustavo A. Madero e Iztapalapa, en la Ciudad de México; León, Guanajuato, y Guadalajara, Jalisco.

Archivado en