La Catrina conquista Barcelona con su comida típica mexicana

08 de Julio de 2018
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Barcelona, 8 Jul (Notimex).- Con un menú que incluye auténtica comida mexicana casera y tradicionales antojitos como Cochinita Pibil, chilaquiles, enchiladas, barbacoa de res, tacos, volcanes, huaraches y alambres, el restaurante La Catrina de Barcelona ha conquistado el paladar de locales y visitantes.
El espacio busca derrumbar la vieja imagen que aún se tiene en algunos sitios de Europa, donde México es relacionado con cantinas y sombreros colgados, así como desmitificar que la gastronomía del país se limita a platillos Tex-Mex o aquellos que consumen los mexicano-estadounidenses que residen en Texas.

Por ello, el mexicano Lorenzo Sendra fundó este rincón gastronómico junto con su hermana y cuñado italiano con un concepto que muestra elementos más culturales y contemporáneos del país.

La gran protagonista es La Catrina de José Guadalupe Posada, que decora el lugar y se hace acompañar de las coloridas y tiernas muñecas otomíes típicas en Amealco, Querétaro; cruces y cuadros decorados con talaveras; máscaras de luchadores mexicanos y por su puesto calaveritas de Día de Muertos.

“Al principio fue difícil, es complicado culturizar a la gente sobre México, tanto en su comida como en sus tradiciones. Cuando comenzamos, hace tres años, mucha gente se seguía espantando de la catrina porque decían que nosotros adorábamos al santa muerte y se imaginaban cosas más esotéricas”, explicó Lorenzo.

“Pero todo fue más fácil después de que se creó la película ‘Coco’, ahora entienden un poco más de qué se trata”, dijo divertidamente el dueño a Notimex.

Entrar a La Catrina es desconectarse por un momento de las calles de Barcelona y sentirse un por rato en México; las mesas de madera están cubiertas con manteles floreados, como los que utiliza cualquier abuelita mexicana, mientras que los fuertes tonos de rosa, amarillo y rojo dan un toque folclórico al lugar.

Los comensales pueden escuchar música de todos partes de México, tradicional o contemporánea, desde sones veracruzanos hasta Café Tacuba, mientras disfrutan del platillo de su preferencia, que pueden acompañar con aguas frescas: de jamaica, tamarindo u horchata; una cerveza, chelada o michalada si se prefiere; un tequila o un buen mezcal.
El joven mexicano relató que comenzó a trabajar en el mundo de la hostelería como mesero en un famoso restaurante de Rafa Márquez, pero pronto se dio cuenta que era mejor esforzarse por lograr algo propio.

Así fue que comenzaron el restaurante entre su hermana, su cuñado y él, aprendiendo de sus errores al cocinar, pero divirtiéndose mucho, hasta llegar a su actual posición.

“Todas las recetas vienen de familia, de mi abuelita, de mis tías, por ejemplo, la Cochinita Pibil la hacemos con las instrucciones exactas una tía que vive Chetumal, las tortilla de harina se hacen a mano, los frijoles se ponen todos los días en la hoya exprés, y así cada plato”.

Lorenzo y su familia continuarán esforzándose en difundir la cultura y la gastronomía mexicana a través de su negocio; de igual forma, seguirán con su proyecto de vida en Barcelona, aunque tal vez, en algunos años se decida por regresar a México.