Pasarela, donde la magia de la comida se representa en alebrijes

13 de Mayo de 2017
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México, 13 May (Notimex).- Poco después de las seis de la tarde hombres, mujeres, niños y alebrijes hechos con comida estaban en sus lugares para comenzar la onceava edición de la Pasarela Gastronómica del Claustro de Sor Juana, que en esta ocasión tuvo como tema el de Alebrijes y seres imaginarios.

Con las gradas repletas a los costados de una pasarela bien iluminada al centro de lo que fue el patio central donde habitó por 27 años la escritora novohispana Sor Juana Inés de la Cruz, los poco más de 20 estudiantes que participaron del evento estaban listos para desfilar coloridas y mágicas prendas.

El concurso estuvo conformado por dos categorías, una general en la que participaron 19 diseños y una especial que contó con cuatro más, ello, aunado a uno elaborado por los chefs del restaurante escuela Zéfiro, de dicha casa de estudios, y que fue elaborado con chocolate pulverizado y mantequilla, así como un par de alas de hoja de maíz, cuyo vestuario consistió en fondant corrugado y más chocolate, entre otros elementos.

Pasarela Gastronómica del Claustro de Sor Juana.

Ante la expectación del animado público comenzó la primera parte del concurso, que entre otros aspectos consideró para la posterior premiación la semejanza entre el diseño terminado y el boceto, creatividad en el uso de materias primas, complejidad de las técnicas utilizadas, calidad en el terminado de las prendas y una justificación escrita de las mismas.

Así, entre los aplausos de familiares, amigos y un puñado de estudiantes, inició la pasarela en la que una conjunción de alas, colas de quetzal, felinos, mariposas, naguales y comida desfilaron con gracia y ante los constantes aplausos de las personas, el colorido de los alebrijes, cuyo exponente principal es Pedro Linares, desataba ovaciones.

Los alebrijes, fueron concebidos en 1936 por el artista Pedro Linares y son creaciones surrealistas elaboradas de cartón, papel o madera y algunos están conformados por una o varias partes de animales, plantas o criaturas imaginarias, cuya característica principal es el colorido intenso.

La pasarela, dividida en dos segmentos, un intermedio con música tradicional mexicana y la posterior participación de los cuatro diseños de la categoría especial contó también con una sección de deliciosos alimentos elaborados por los estudiantes de la carrera de gastronomía.
"Algunos de los participantes subían con dificultad a la pasarela debido al peso de sus vestuarios, elaborados con diversos alimentos, que fueron desde tradicionales confites y dulces mexicanos, hasta chiles pasilla, hojas de plátano, amaranto, axiote y diversos ingredientes, principalmente, de la gastronomía mexicana".

Con el paso de las horas y de los multicolores y creativos diseños, crecía la expectativa de quienes serían los ganadores cuya selección estuvo a cargo de un jurado conformado por personalidades de la moda como Macario Jiménez, Pineda Covalín y Miguel Ángel Rodríguez Pineda, así como los chefs Juan Cabrera Barrón, Mauricio Sánchez Gracia y Yerika Muñoz; además, del director del Museo de Arte Popular, Walther Boelsterly.

Luego de unos minutos, que parecieron horas para conocer a los tres primeros lugares se anunció a los mejores diseños, el primer lugar fue para el vestuario denominado, el sueño de Pedro Linares.

El diseño consistió en una cabeza de tigre decorada con chocolate, camisa tejida de totomoxtle, suéter holgado de merengue, manos de anfibio de chile pasilla, alas de guacamaya roja elaboradas con oblea y fondant, pantalón de frijol, alubia y maíz palomero, patas de perro de espiga de trigo arroz, y cola de hipocampo con detalles de caramelo y tortilla.

poco más de 20 estudiantes que participaron del evento estaban listos para desfilar coloridas y mágicas prendas.

En tanto que el segundo diseño ganador fue el llamado Mah Tiyolpialihcan, cuyo objetivo fue generar una conciencia del cuidado animales del ecosistema al representar con diversos alimentos las partes de los animales que son vendidas o utilizadas como colección como el pico del tucán.

El tercer lugar fue para el alebrije llamado Misterio Confitado, que buscó representar con una gran variedad de dulces tradicionales el imaginario colectivo de lo que debe ser un gastrónomo, así, se destacó la fortaleza del toro, la agilidad del lince y la pulcritud del quetzal con unas coloridas alas que plasman la evolución de la gastronomía.

Mientras que para la categoría especial el traje ganador fue el de Xoloitzcuintle que buscó resaltar la cultura prehispánica mediante una combinación de animales endémicos mexicanos como el xoloitzcuintle y el águila.

Así, entre el emocionado público y los estudiantes entusiasmados, concluyó la edición número 11 de la peculiar pasarela gastronómica, evento insignia de dicha casa de estudios que al paso de los años ha logrado conjuntar a creativos culinarios, diseñadores, artistas y productores de espectáculos.