Desde hace 14 años la banda, encabezada por Vincent Van Rock y Vince Monster, se ha dado a la tarea de regresar a la escena musical este movimiento, que nació en la década de los 50 en sur de Estados Unidos y que tuvo entre sus exponentes a Elvis Presley.
"Es un honor poder ser parte de este movimiento en México que cada vez cobra más adeptos y que recupera también un poco de la magia y el colorido de esa época”, dijo Vince Monster, vocalista de la agrupación e hijo de Vincent Van Rock, de quien aprendió el amor por este genero.
Luciendo su vistoso traje cincuentero, así como su gran peinado de copete, aseguró que este género hoy tiene más vida que nunca, “no es una moda, es un estilo de vida, una pasión. Ser un rockabilly no es sólo amar la música, también es arte, la arquitectura, su forma de vestir y su ideología, es un movimiento muy completo que no sólo se limita a la ropa”.
Recordó que al realizar su actual disco, en el que recogen una serie de temas de bandas como Caifanes y Panteón Rococó, entre otras, pudieron darse cuenta de que hay muchos amantes de este ritmo que involucra al rock y al country.
“En esta búsqueda por encontrar los sonidos acudimos a escuelas de música y fue fácil detectar esta nueva generación que como nosotros está ansiosa de seguir creciendo y llevando el ritmo a más gente”, apuntó el joven al señalar que el rockabilly ha dejado de ser algo de la nostalgia para instalarse en el presente.
Ante ello esperan que más grupos sigan apareciendo en la escena y llevando esta propuesta en alto, como lo han hecho ellos a lo largo de 14 años en los que han abierto espacios y generado público.
Mientras, esta banda continúa escribiendo su muy original historia invitando a las nuevas generaciones a disfrutar de su trabajo musical titulado “Puro cañonazo”, del que dieron una probadita.