México, 23 Abr (Notimex).- Como un audaz enamorado del cine que, “hay que decirlo hasta el cansancio, es cultura”, así como amante del teatro, el director, actor, maestro, sindicalista y guionista mexicano Jorge Fons Pérez llega hoy a las ocho décadas de vida.
Su mensaje respecto a que “el cine sirve para vivir, sirve para todo, para amar a los demás” sigue vigente como lo demuestran sus películas como director, además de sus cortos y documentales, que han sido acompañados con telenovelas y obras teatrales, entre un sinfín de actividades artísticas.
El 23 de abril de 1939 nace en Tuxpan, Veracruz, uno de los nueve hijos de la oaxaqueña María Pérez Ruiz y el catalán Luis Fons, quienes después de residir en varias partes del país, se establecen en Tlalnepantla, municipio mexiquense conurbado de la Ciudad de México.
Desde joven se interesó por el arte, a mediados de los años 50 trabajó en teatro estudiantil, además de estudiar con los directores Enrique Ruelas y el japonés Seki Sano, considerado “el padre del teatro en México”.
Miembro fundador de la compañía Teatro de Tlalnepantla, también es dirigido por José Luis Ibáñez en funciones teatrales que se ofrecían en la Casa del Lago y luego colabora con el dramaturgo y director polaco Ludwik Margules.
Además participó en obras de radio, en programas del Canal Once que forma parte del Instituto Politécnico Nacional. Dirigió obras como “El corrido de Pablo Damián”, en 1966, y dirigió la escena de la ópera “Orfeo” de Monteverdi.
Más adelante volcó su interés hacia el séptimo arte, en 1963 entró al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), adscrita a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y cuatro años después formó parte de la primera generación de egresados.
Junto a compañeros como Jaime García Terrés y Manuel González Casanova pugnó por el acceso de las nuevas generaciones al ámbito cinematográfico, en ese entonces muy cerrado; “según decían en el sindicato, había más directores que películas y no era posible entrar a la industria”, recordó en una conferencia.
Pero insistió hasta convertirse en asistente en la filmación de “Los bienamados” con el capítulo “Un alma pura”, película de 1965 producida por Manuel Barbachano Ponce y dirigida por Juan José Gurrola y Juan Ibáñez, con quien luego trabajaría en “Los caifanes” como coordinador artístico.
En 1965 el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica convoca al Primer Concurso de Cine Experimental y Fons Pérez participa con uno de los seis episodios del largometraje “Amor, amor, amor”, que queda en tercer lugar. En ese tiempo se dedica, además, a la publicidad.
Su primera cinta es “La sorpresa”, que formó parte con Manuel Michel (“Yvonne”) y Tito Novaro (“El dilema”) de la cinta titulada “Trampas de amor”, a cargo de la productora independiente Cinematográfica Marte.
Jorge Fons cumple 80 años enamorado del cine y el teatro
23
de Abril
de
2019
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