“Aún me falta reunirme con amigos y familiares que no han podido estar conmigo celebrando estos hermosos años de alegrías, nostalgias y sabores amargos, de sucesos que aún se guardan en el corazón como la pérdida de mi hija Viridiana”, comentó quien es conocida con el nombre artístico de Sylvia Pasquel.
La integrante de la dinastía Pinal destacó que en 18 mil 250 días que han transcurrido de su trayectoria artística ha visto cambiar los formatos de hacer cine, televisión y teatro;
“de todas las obras que realice la que me sacudió la conciencia como actriz fue ‘Soy Claudia y me quieren volver loca’, sin olvidar mi debut actoral en la comedia con la puesta ‘Por eso estamos como estamos’, pasando por ‘¿Quién teme a Virginia Wolf?’”.
Pasquel indicó que su paso por el cine se los debe al director Arturo Ripstein, a quien considera su “amuleto de la buena suerte” en el séptimo arte, por lo que ahora se prepara para rodar otra cinta en noviembre próximo de la mano de su maestro.
“Todo ha cambiado en 50 años”, expresó al añorar su faceta como productora de las obras “Mujeres frente al espejo” y “La suerte de la consorte”, bajo la producción de Rubén Lara, tablas que le permitieron desarrollar su propio espacio teatral, donde ahora monta con éxito “No seré feliz, pero tengo marido”, en cartelera desde hace cuatro años.
Entre sus recuerdos no podían faltar los éxitos que ha logrado en la televisión con “Muchacha italiana viene a casarse”, “La recogida”, “Al rojo vivo”, “Mi destino eres tú” y “El Manantial”, entre una veintena de telenovelas más, así como su faceta en la comedia en “Los Bervely de Peralvillo”, “No empujen”, “La cosquilla”, “Cándido Pérez”, “La hora pico”, “Variedades Vergel” y “Noche a noche”.
En el aspecto personal Sylvia Pasquel aseguró que es una actriz que ha tratado de mantener su vida al margen de los escándalos, sin embargo deploró que durante su medio siglo de trayectoria algunos medios de comunicación hayan sacrificado la objetividad por el rumor y la confianza por la traición.
“Lamento que en 50 años los medios de comunicación se hayan degradado al chisme, rumores y supuestos; se acabó el periodismo que exponía proyectos y triunfos, ahora me prefiero evitar a los medios que su capital es el chisme”, finalizó.